Viena.

El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y su homólogo ruso, Serguei Lavrov, no lograron ayer acercar posturas sobre cuál es la mejor salida para la guerra en Siria, después de mantener una reunión aquí, en la cual también participaron representantes de Arabia Saudita y Turquía.

Rusia consideró que el presidente sirio, Bashar al Assad, debe mantenerse en el poder, mientras Estados Unidos, Arabia Saudita y Turquía manifestaron que debe renunciar para lograr una solución al conflicto, que ya lleva más de cuatro años.

Lavrov pidió negociaciones exhaustivas y directas, en las que participen representantes del gobierno de Al Assad y el espectro completo de la oposición siria en el interior y exterior del país, con el fin de hallar una solución política a la guerra civil. Apuntó que el destino de Siria sólo puede ser decidido por el pueblo.

Kerry consideró que el encuentro fue constructivo y productivo. Hubo nuevas ideas que abren la posibilidad de modificar la dinámica en Siria.

Lavrov agregó que Moscú coordinará operaciones militares con Jordania, incluidas las de sus fuerzas aéreas en Siria. Rusia comenzó el 30 de septiembre una campaña militar aérea en el país árabe contra grupos rebeldes y el yihadista Estado Islámico (EI).

De su lado, Dmitry Peskov, portavoz del presidente Vladimir Putin, señaló a la cadena BBC que la intervención de Rusia en Siria no es un intento por apuntalar a Al Assad, sino para salvar el país y la región de caer bajo el dominio de los terroristas. Calificó de infundadas las informaciones de medios occidentales sobre presuntas muertes de civiles por la operación militar rusa contra el EI.

En ese contexto, el EI divulgó un video que muestra a un militante que habla hebreo con fluidez pero con acento árabe, que advierte sobre un eventual ataque a Israel por los crímenes que han cometido contra el pueblo palestino.