Guanajuato, Gto.

Con obras de los compositores Ludwig van Beethoven (1770-1827), Federico Chopin (1810-1849) y Franz Liszt (1811-1886), el pianista austriaco Ingolf Wunder se presentó este viernes en la edición 43 del Festival Internacional Cervantino (FIC).

Wunder (Klagenfurt, 1985), quien visita México por primera vez, decidió dedicarse a la música de manera profesional a los 14 años y ahora es considerado uno de los intérpretes más poderosos de su generación.

Antes de su actuación en el Templo de la Compañía de Guanajuato reconoció que fue la obra del compositor húngaro Franz Liszt la que lo inspiró a tocar el piano por el resto de su vida, al considerarlo un compositor que ofrece muchas emociones en sus obras. Indudablemente es otro de los grandes compositores virtuosos del piano.

Cuenta que la música fue un pasatiempo durante su infancia, y manifestó su alegría por haber nacido en Austria, cuna de grandes compositores. Es maravilloso respirar el mismo aire que Mozart, caminar en las mismas calles por las que paseó Beethoven, y aunque mi país existe una tradición de músicos, no todos se dedican a esto.

En el FIC, Wunder ofreció un concierto con un programa integrado, entre otras piezas, por Sonata para piano no. 23, en fa menor, op. 57, de Beethoven; Nocturno en mi bemol mayor, op. 55 no. 2; Polonesa Fantasía en la bemol mayor, op. 61, de Chopin, y el Soneto del Petrarca no. 104, de Liszt.

Toco lo que realmente me gusta, lo que amo, lo que siento, señaló el músico, quien en 2010 participó en el Concurso Chopin de Varsovia, donde obtuvo el segundo lugar y se hizo con el premio especial por la Polonesa Fantasía.

Los tres compositores son los favoritos de Wunder, porque los entiende y le gusta su estilo musical de consonancias y disonancias. Son artistas cómodos para sus manos y también para su alma, corazón y cuerpo, dice.

Sobre la obra de Beethoven, el joven pianista destacó los elementos musicales, acordes y líneas melódicas que poseen las partituras del compositor; también comentó que la Appasionata del alemán es una obra del periodo clásico y ahora es una auténtica obra del romanticismo, por la enorme fuerza que expresa. A Chopin, Wunder lo considera el mejor compositor para piano de la historia.