La corrupción está en el centro de la pérdida de confianza de algunos sectores de la población. Socialmente, es muy importante un mensaje claro de que aquí se acabó la corrupción, expresa el político y empresario Miguel Alemán Velasco. De aquí para atrás, bueno, ya pasó, pero de aquí para adelante, nada, cero, plantea en entrevista con La Jornada.

Hay que dar un mensaje claro y que al día siguiente alguien vaya a la cárcel y luego tres, cuatro. Pero si se dice que se va a combatir y no pasa nada...

Miguel Alemán Velasco ha sido gobernador de Veracruz, senador por el PRI y presidente ejecutivo de Televisa. Actualmente preside el consejo de administración de Interjet. Es el impulsor del foro México Cumbre de Negocios, que se realiza anualmente desde 2002. Es un encuentro que reúne a varios de los principales empresarios mexicanos con sus contrapartes de otros países y funcionarios públicos nacionales y extranjeros, además de artistas, científicos y especialistas en diversas materias. La próxima cita es del domingo al martes próximos en Guadalajara, Jalisco.

Es una reunión que, dice, busca hablar de los temas importantes para México y de la forma en que se da la relación del país con el resto del mundo.

“En cada reunión hay más asistentes. Esto es una muestra de que la sociedad participa más. Creo –dice– que el sismo de 1985 en la ciudad de México organizó a la sociedad de otra manera. No veo que haya marchas por lo de 1985; en cambio, de cualquier otra cosa se hacen manifestaciones sin que se solucione nada.”

Para Alemán Velasco –hijo del ex presidente Miguel Alemán Valdés– el chiste ahora es que la sociedad se organice, que participe y cumpla con su parte para que camine el país, y de eso trata la cumbre que organiza cada año, asegura.

Voy a dar un detalle: a algunas de las cumbres previas han asistido los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina. Ahí se puede preguntar a los jefes de las fuerzas armadas por qué hacen esto o aquello. Y reconocer lo bueno, cuando ayudan a la sociedad en desastres. Eso es muy interesante, en vez de andar con el chisme. Ahí se puede preguntar directamente a los altos mandos, comenta.

En el tema de la educación es donde hay más por hacer en el país. Y, señala, no se refiere a la educación meramente formal, sino también la que tiene que ver con formar ciudadanos. “Estamos perdiendo la educación cívica.

“La educación es algo que debemos cambiar en muchas cuestiones. Los tiempos del valentón que se peleaba y era muy macho quedaron atrás. Es muy importante que alguien se pare y diga: ‘a partir de ahorita se acabó la corrupción’. De aquí para atrás, bueno, lo que haya pasado pasó. Pero de aquí para adelante, nada, cero. Eso que lo diga un secretario de Estado, un gobernador, que lo diga el Presidente, por ejemplo. Eso va a traer más confianza.”

Alemán Velasco identifica la falta de liderazgo como uno de los temas pendientes de resolver en el plano social y político del país. En el ámbito federal, de secretarios de Estado, de jueces, tiene que haber un cambio absoluto, de mayor liderazgo, para empezar. Tienen que ser un ejemplo, ninguno debe tener cola que le pisen. Deben ser acertados en sus decisiones, no un acelerado que busque quedar bien para colocarse como posible candidato, sino dedicado ciento por ciento a su trabajo.

Miguel Alemán Velasco, presidente del consejo de administración de Interjet, organiza el foro México Cumbre de Negocios, cuya edición número 13 se realizará en Guadalajara, JaliscoFoto José Antonio López

–Usted que tiene contacto con la comunidad de empresarios de México y otros países, ¿advierte un cambio en las expectativas que se generaron sobre el desempeño del país en estos años?

–Las reformas se hicieron y son muy trascendentes. Es el momento de ejecutarlas y no tenemos, como se dice en los instructivos, el modo de empleo. No conozco a muchos mexicanos que hayan leído las leyes que se cambiaron. Pero también es un hecho que el político no ha aprendido una lección fundamental: confunde informar con comunicar. Informar es dar una noticia. Comunicar es preguntar, dialogar, es ida y vuelta. Comunicar es algo que deben aprender todos los funcionarios. Si un discurso dura más de 25 minutos, la gente se pierde. Si no utilizan la comunicación para explicar, estamos perdidos.

La televisión, dice, es buena para los locutores, para los comentaristas, pero no para que un funcionario esté todos los días en la pantalla.

–¿Hay desencanto con la expectativa?

–Nuestro problema es la educación. No me refiero al a, b, c. Pongo un ejemplo: cuando en Alemania critican a la canciller (Angela) Merkel, lo hacen políticamente, pero respetan su persona. En cambio, nosotros lo primero que hacemos es faltar el respeto al más poderoso, sin importar quién sea. Si es el Papa, le hacemos un chiste o ponemos 20 tuits en el teléfono que lo deshacen. Si es la señora de algún funcionario, pues ya sabemos. Eso es lo que no nos puede dar cohesión ni confianza. Y, luego, si queremos deshacerlo, de una vez decimos que es maricón, de plano. Ladrón, maricón. Acabamos con el cuadro.

Lo primero es la educación. Una vez que se tenga seguridad de que ya está caminando eso, sigue el trabajo. Que haya trabajo en todas las materias, incluyendo la música, el arte. Todo. Lo que se hace en la Secretaría de Desarrollo Social es dar dinero, ahora hay la idea de dar trabajo. Eso es bueno.

Alemán Velasco se dice optimista respecto de la economía del país en los siguientes años. Sabemos qué fue lo que pasó: todo cambió por la caída del precio del petróleo, dice. Eso nos detuvo, como ocurrió en la época del ex presidente José López Portillo (1976-1982). En ese entonces, los tres primeros años del sexenio fueron maravillosos y luego vino el revés. Soy optimista porque ahora los tres primeros años del sexenio serán los difíciles y en los tres que vienen vamos a estar mejor.

El gobierno ya va encarrerado. Los cambios profundos ya se hicieron, ya no se van a revertir. La actual administración, señala, va a entregar el gobierno en 2018 “con un país que ya emergió, porque seguimos de emergentes y no salimos. Efectivamente, los cambios profundos ya se hicieron.

En turismo, hace 50 años España estaba para llorar; hace 40 años Singapur estaba peor que México. Corea del Sur, ni qué decir. Que los mexicanos somos muy brutos. Esa es la pregunta. Claro que no. Somos mejores. Es cosa de ponernos a trabajar y estudiar. Ojalá tengamos un próximo presidente que salga como platicamos aquí.

–¿Piensa que lo vamos a tener?

–Pues si estudia, sí. Yo ya voy para otro lado. Pero sí me gustaría verlo. Todavía tengo mucha confianza en el actual Presidente, pero le falla mucho su gente.