Berlín.

La Federación Alemana de Futbol (DFB) negó ayer cualquier tipo de corrupción para conseguir la sede del Mundial de 2006, y afirmó que el controvertido pago de 7.4 millones de dólares (6.7 millones de euros) sirvió para asegurar subvenciones de la FIFA, argumento que fue refutado por el organismo internacional.

La atribución de la Copa del Mundo de 2006 se hizo por medios legales. No hubo una caja negra ni sobornos para obtener votos, declaró el presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach, en una conferencia de prensa realizada en la sede de la federación, en Fráncfort.

Según el dirigente, el entonces encargado del comité organizador de esa justa, el alemán Franz Beckenbauer, pactó en secreto con Joseph Blatter un millonario pago a la entidad a cambio de una ayuda para la realización de esa competencia.

Explicó que la cifra pagada a la DFB por el ex patrón ya fallecido de Adidas, Robert Louis-Dreyfus, fue en realidad transferida a la FIFA en 2002, dos años después de la elección de Alemania para ese Mundial, con el objetivo de asegurar una subvención de 170 millones de euros y no para costear los sobornos.

Los argumentos suscitaron dudas entre los periodistas presentes, pues Niersbach no logró precisar de manera clara para qué sirvió el pago.

La explicación tampoco gustó a la FIFA, que respondió en un comunicado: “Que el apoyo financiero a los comités de organización de las copas del mundo sea ligado a cualquier avance financiero –como hizo este jueves la DFB–, no corresponde a ningún procedimiento o regla en vigor en la FIFA.

Además, el comité de finanzas del organismo no está autorizado a recibir pagos y no tiene cuenta bancaria propia, añadió la instancia suprema del futbol.

Niersbach, quien indicó que estaba al corriente del problema desde junio, ofreció disculpas por no haber informado antes a la federación de ese pago.

Por otro lado, la comisión de ética de la FIFA confirmó ayer que Beckenbauer y el presidente de la Real Federación Española de Futbol, Ángel María Villar, son investigados por falta de colaboración con esa entidad.

Sin embargo, todo indica que ambos personajes no se enfrentarán a una sanción severa, pues esa falta ocupa el nivel más bajo de ofensas contra el código de ética de la FIFA. El castigo también podría conllevar una multa económica.

De su lado, el presidente de la liga española, Javier Tebas, afirmó ayer que la FIFA necesita una profunda renovación y que sólo podrá cambiar con dirigentes diferentes a los que han tenido puestos destacados en el pasado.

Si hay un cambio cultural no puede venir de gente que ha tenido cargos en este sistema. Creo que hay personas en el futbol que pueden modificar esto, pero el presidente de la confederacion asiática o Platini, que han estado en esta organización, no pueden cambiar esta cultura a una de transparencia, estimó.