El PRI en la Cámara de Diputados solicitará en la sesión de hoy que el gobierno federal inicie una campaña de difusión del programa Cero rechazo para que todas las embarazadas sepan que, en caso de emergencia obstétrica, deben ser atendidas en las instituciones de salud, aun cuando no cuenten con seguridad social.

Según la propuesta, la atención debe darse, además de en los hospitales del sector salud, en los del Ejército, la Marina y Petróleos Mexicanos.

En un punto de acuerdo, el vicecoordinador del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, recordó que desde 2009 el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado firmaron un convenio para la atención universal de las emergencias obstétricas, con un compromiso solidario de atender a toda mujer en la unidad médica con capacidad resolutiva más cercana, independientemente de si es o no derechohabiente.

Sin embargo, explicó que a pesar de ese acuerdo la atención a mujeres en riesgo ha sido mínima, no sólo porque médicos y enfermeras desconocen esa obligación, sino porque en las zonas rurales no existe difusión de esa estrategia de gobierno.

En consecuencia, poco se ha avanzado en disminuir la tasa de muerte materna, que si bien pasó de 23 por ciento en 2013 a 20.3 en 2014, sigue siendo alta, señaló el legislador.

Expuso que el 8 de marzo el presidente Enrique Peña Nieto ordenó a la Secretaría de Salud aplicar una política de cero rechazo a la atención médica a embarazadas, y el 15 de octubre el Senado ratificó la minuta de la Cámara de Diputados para garantizar la atención a toda mujer en urgencia obstétrica, especialmente en las zonas marginadas.

Ramírez Marín señaló que el éxito de ambas decisiones depende además de una eficaz difusión del personal de los servicios de salud y de ampliar el número de clínicas y hospitales con capacidad para atención de urgencias médicas, que permita integrar una red de atención oportuna a las mujeres.