De los funcionarios, 40% son mujeres; nunca ha habido una rectora
Lunes 19 de octubre de 2015, p. 39
En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hay alumnas y académicas casi en la misma proporción que estudiantes y profesores varones. Hay menos investigadoras (una por cada dos hombres), pocas directoras de facultades o institutos (tres por cada 10 hombres) y escasean las profesoras e investigadoras a las que se ha otorgado el título de eméritas (dos por cada 10 hombres). Sólo 40 por ciento de los funcionarios son mujeres y nunca ha habido una rectora.
De acuerdo con el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG), en la casa de estudios las mujeres son excluidas, pues en términos generales ocupan cargos con menor estatus que los hombres. Los programas de trabajo de sólo siete de 16 aspirantes a relevar en noviembre a José Narro Robles en la rectoría consideran la perspectiva de género y hacen propuestas específicas sobre el tema. El resto se divide entre quienes sólo mencionan la cuestión como valor a tomar en cuenta y quienes ni siquiera lo abordan.
Entre las propuestas de Rosaura Ruiz, directora de la Facultad de Ciencias, destaca la creación del Programa de Conciliación de la Vida Profesional y la Vida Familiar, que ampliará los límites de edad para el acceso a becas de posgrado, dado que la realización de estos estudios coincide con la edad reproductiva, y definirá licencias y permisos por paternidad para personal académico y administrativo, en términos similares a los de maternidad.
Leoba Castañeda, directora de la Facultad de Derecho, propone elaborar un diagnóstico de las asimestrías de género, así como crear un programa para prevenir, atender y denunciar la violencia y discriminación de género y una unidad de atención para atender estos últimos.
El coordinador general de posgrado de la UNAM, Juan Pedro Laclette, asevera que este tema debe ser prioridad institucional hasta lograr la igualdad de participación, desarrollo y acceso a cargos de autoridad. Propone crear una oficina para atender denuncias de acoso y hostigamiento sexuales.
Enrique Graue, director de la Facultad de Medicina, propone fomentar la denuncia de la violencia de género y que los estudiantes de licenciatura sean formados con equidad. Plantea la creación de un centro de estudios de género.
Jorge Alcocer, ex director del Instituto de Ingeniería y ex secretario general de la universidad, plantea la apertura de una oficina para asuntos de género, que dependería del rector. Considera que debe haber cero tolerancia a la violencia hacia las mujeres y que debe implantarse un protocolo para su atención.
Héctor Hernández Bringas, coordinador de Planeación, Presupuestación y Evaluación de la UNAM, asegura que su equipo de trabajo estaría integrado de manera equitativa por hombres y mujeres, y que la mitad de los nombramientos de directores generales recaería en mujeres.
Leonardo Lomelí, director de la Facultad de Economía, señala que aún prevalecen muchos rezagos e inercias que abren un amplio espacio para la realización de acciones específicas en la materia.