Falta planeación para formarlos: estudio de Conacyt y la ANM
El déficit repercute en insuficiente control de males graves, como cáncer
Lunes 19 de octubre de 2015, p. 38
En México son escasas las oportunidades que se ofrecen a los cerca de 12 mil médicos que cada año egresan de las escuelas y facultades de medicina. Sólo la mitad logran ingresar a una residencia para formarse como especialistas, lo que se inserta en un escenario de falta de planeación porque, hasta ahora, los lugares se asignan de manera inercial. En consecuencia, en el país tampoco está garantizado el tratamiento y control de enfermedades complejas como cáncer.
Muy pocos cambios se han hecho en los programas para formar médicos especialistas, advierte un estudio de la Academia Nacional de Medicina (ANM) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el cual también resalta la carencia de un censo real de los galenos que ejercen su profesión.
Con base en datos aportados por la Secretaría de Educación Pública se ha estimado que existen 2.2 médicos por cada mil habitantes, pero no considera a quienes han muerto o están jubilados ni a los que se dedican a otra actividad.
En realidad habría menos de un médico por mil habitantes, señala el estudio, mientras en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el promedio es de 3.2 por esa misma cantidad. En cuanto a especialistas, la relación en México es de 1.26 por mil, y en la OCDE, de 1.78 por mil, en promedio.
Lo paradójico es que el problema no es el déficit en la formación de médicos, porque el país está por encima del promedio de la OCDE, que es de poco más de 10 por 100 mil habitantes por año, contra 12 por 100 mil en México. El reto es la formación de especialistas y su incorporación a las instituciones de salud.
Los datos de la investigación forman parte del libro Desarrollo de especialidades médicas en México y fueron presentados por el académico Germán Fajardo durante el Foro Más y Mejor Salud, México 2030, organizado por la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
La obra reconoce que históricamente el sistema nacional de salud ha operado con déficit de personal sanitario, en comparación con otros países, por razones diversas, como falta de presupuesto, crecimiento indiscriminado de la infraestructura clínica y hospitalaria, aumento de la población y de jubilados, así como el cambio en la prevalencia de enfermedades, pues las de tipo infeccioso han sido superadas por las crónicas no transmisibles (cáncer, diabetes y afecciones cardiacas, entre otras). También es parte del problema la ausencia de un modelo de atención que determine las necesidades de recursos humanos con base en los riesgos de las enfermedades y la demanda de servicios.
A todos estos factores se agrega que en los siguientes 15 años se jubilará alrededor de 25 por ciento de los especialistas en activo. Sólo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), indicó Fajardo, desde ahora se están retirando 2 mil por año, aproximadamente, lo que aumenta la presión sobre la cantidad de expertos en las diferentes áreas de la medicina que ya deberían estarse preparando.
Aunque este es un tema que desde hace varios años se conoce en el sistema nacional de salud, los avances son mínimos en la recomposición de los espacios para la formación de especialistas. Hace cuatro años, recordó Fajardo, se determinó la entrada directa a las áreas de neumología y geriatría, con lo que se redujo a cuatro años el periodo de entrenamiento, pero están pendientes otras más y lograr la organización efectiva para que haya equidad en la distribución de los especialistas dentro del territorio nacional.
El estudio de la ANM y Conacyt incluyó el cálculo de la cantidad de médicos especialistas que harán falta en el país de mantenerse la actual tendencia en la formación de estos recursos humanos. Aun cuando la demanda de servicios se mantuviera sin cambios, para 2030 harían falta más de 40 mil.
Si la demanda de atención en hospitales sube 30 por ciento, la cantidad de expertos que harían falta serían casi 90 mil en el mismo año.