Pertenece al patrimonio de la ciudad y de la Cuauhtémoc, asegura
Lunes 19 de octubre de 2015, p. 37
Además de las irregularidades en la construcción de la Estela de Luz, el gobierno federal se apropió de la plaza Lieja, que pertenece al gobierno de la ciudad de México y a la delegación Cuauhtémoc, señaló el diputado Alfonso Suárez del Real.
Adelantó que su partido (Morena) en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) solicitará al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, reclamar ese sitio, de más de 4 mil 600 metros cuadrados, para que sea restituido al patrimonio de la administración local y a la demarcación.
El legislador recordó que por decreto presidencial del 15 de junio de 1942, que está vigente, la plaza Lieja fue destinada al servicio del Departamento del Distrito Federal, hoy Gobierno del Distrito Federal
.
Sin embargo, mediante un mero acuerdo
suscrito el 21 de diciembre de 2011, el gobierno federal retiró al gobierno de la ciudad dicha plaza, y la puso en manos de la Secretaría de Educación Pública, específicamente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, como espacio cultural
, donde se ubicó la llamada Estela de Luz, que, según el entonces presidente Felipe Calderón, sería un monumento comparable al Ángel de la Independencia y al Monumento a la Revolución.
En mayo de 2010, el Gobierno del Distrito Federal manifestó su conformidad con el nuevo uso que el gobierno federal daría al predio, que le fue entregado el 28 de noviembre de 2011, apenas un mes antes de la inauguración de la estela (7 de enero de 2012), que demoró 15 meses más de lo previsto y costó mil millones de pesos, y no los 200 que se habían estimado en un principio, indicó.
Suárez del Real añadió que el informe sobre la fiscalización del monumento Estela de Luz, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación en 2009-2011, advierte que el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México y la empresa III Servicios, SA de CV no respetaron el plan original, que incluía una plaza arbolada, espacio público de esparcimiento y convivencia, ni las placas de obsidiana y granito negro con mensajes en 62 lenguas vivas de México, alusivos a la población que dio su vida en las luchas armadas de la Independencia.
En cambio, la empresa edificó una sala cubierta con tablarroca, además de que redujo los espacios previstos en el proyecto arquitectónico.