Querétaro, Qro.

Hugo Gutiérrez Vega (1934-2015) fue un inquietador de espíritus, un maestro que sigue presente en la comunidad universitaria, coincidieron los participantes en el homenaje que realizó la noche del jueves la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) al poeta, escritor, periodista y diplomático.

Lucinda Ruiz Posadas, esposa de Hugo Gutiérrez Vega, destacó la obra poética de quien fue rector de la UAQ. Aseguró que vivirá difundiendo la obra del poeta y cuidando su jardín.

Señaló que Gutiérrez Vega, con quien estuvo casada durante 55 años, nunca perdió el sentido del humor y siempre cumplió con su trabajo, aun enfermo. Durante el homenaje, Lucinda Ruiz dio lectura a poemas y textos del escritor.

Juan Servín Muñoz habló de la faceta de Gutiérrez Vega como impulsor del teatro y de la cultura, como fundador de los Cómicos de la Legua y a quien calificó de actor versátil y de humilde corazón, así como enciclopedia viviente, a quien conoció en 1959, interesado en formar un grupo de teatro que nos cambiaría para bien la existencia, pues Gutiérrez Vega también encaminó a los jóvenes en aquella época a la lectura. Fue un genio de ciencia, expresó.

Gutiérrez Vega fue calificado por Gilberto Herrera Ruiz, rector de la UAQ, del mejor rector que ha tenido nuestra máxima casa de estudios, mientras el secretario de Educación en la entidad, Alfredo Botello Montes, señaló que el poeta fue un nodo cultural que conectó y abrió las puertas de Querétaro con el mundo, mediante sus relaciones diplomáticas.

Referente de diplomacia

Angélica Aguado, académica de la UAQ, leyó un texto que envió el embajador de México en Guatemala, Carlos Tirado Zavala –quien no pudo asistir a la ceremonia–, en el cual destacó la faceta de Hugo Gutiérrez Vega como cónsul. Ha sido referente para muchos diplomáticos, citó en el escrito.

Agustín Escobar Ledesma, ex colaborador de Gutiérrez Vega en el suplemento cultural La Jornada Semanal, habló de la faceta del poeta en esa labor, y Francisco Perrusquía Monroy narró su misión rectoral en un ambiente donde la gente dormitaba.

Fue un agitador de espíritus, expresó y agregó que luchó para que el patio barroco que perteneció al antiguo colegio jesuita de San Ignacio de Loyola fueran las instalaciones de la facultad de filosofía de la UAQ.

Al acto también asistieron los ex rectores de la UAQ Enrique Rabell Fernández, Jesús Pérez Hermosillo y Dolores Cabrera Muñoz.