En lo que va del año, la cantidad de migrantes repatriados por México casi duplica el registro del mismo periodo de 2014.

De enero a septiembre del año pasado, el Instituto Nacional de Migración (INM) devolvió a su país a 76 mil 664 extranjeros; en igual periodo de 2015 la cantidad llegó a 150 mil 65, cifra récord de 2007 a la fecha, según los datos oficiales más recientes obtenidos por este diario.

En 2006 fueron presentados ante la autoridad migratoria 240 mil 269 indocumentados; un año después el acumulado anual fue de 120 mil 455. A partir de ese momento el nivel bajó a rangos de entre 60 y 90 mil por año. El disparo en la época reciente ocurrió en 2014, cuando fueron presentadas 127 mil 332 personas, la mayoría de origen centroamericano y casi todas fueron deportadas.

Para este año, durante los primeros nueve meses, en el registro, presentación y mayoritaria repatriación se acumulan poco más de 150 mil personas. En contraste, a pocos se les permite continuar en México bajo la figura de refugio.

Humberto Roque Villanueva, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, aseguró que promoverá protocolos en las estaciones migratorias para difundir información acerca del derecho a solicitar refugio. Igualmente promete más orden y respeto a los derechos humanos en esas instalaciones.

México es un país de tránsito; el funcionario señaló que “no sería humanitario decirles ‘no vengan’”, pues ellos cruzan, pero no tienen la intención de quedarse en México, sino de llegar a Estados Unidos.

Queremos distinguir en la frontera sur a quienes cruzan por razones de negocios, trabajo o familiares. Para ellos (guatemaltecos y beliceños) se extiende un documento (de visita o trabajo temporal), dijo.

“En las estaciones migratorias queremos tres elementos que nos permitan ese orden: la posibilidad de que los extranjeros se acojan al sistema de refugiados; es decir, necesitamos garantizar que la gente pueda decir ‘si regreso a mi país, me matan’, y entonces pasen al protocolo internacional. El segundo elemento: es preferible que estén el menor tiempo posible en las estaciones migratorias para que no se sientan agobiados por el hecho de estar en un solo lugar y fortalecer la entrega de tarjetas (para visitantes y trabajadores).

Nos falta más información para que el migrante sepa cuáles son las posibilidades de acogerse al protocolo internacional de refugiados, admitió. Efectivamente, estamos viendo la manera de garantizar que todas las estaciones migratorias dispongan, de preferencia, de un espacio donde se pueda dar la información hablada y escrita acerca de la posibilidad de refugio. El análisis de las solicitudes de asilo demora 45 días, tras los cuales se emite el dictamen correspondiente, explicó Roque Villanueva.