odas las mañanas un hombre llamado José María, de 32 años de edad, llega a la cárcel de la División de homicidios de la Policía de Fortaleza, capital del estado de Ceará. El hombre lleva café fresco, agua y galletas a una mujer que está detenida y responderá a un juicio por doble intento de homicidio.
A veces, lleva alguna fruta. Dice que quiere que la mujer se sienta cómoda y bien tratada. Dice que no quiere que nada malo le pase a la mujer que ama.
Dice que la mujer está arrepentida de los crímenes que cometió. ¿Cuáles crímenes? Intentar matarlo en dos ocasiones seguidas, con un intervalo de cinco días. La mujer le puso veneno contra ratas en la comida. En el segundo intento, la mujer casi logró su objetivo: José María quedó internado por dos semanas.
Logró recuperarse. Ahora dice que quiere recuperar su matrimonio.
El 12 de octubre se celebra, en Brasil, el día de Nuestra Señora Aparecida, santa patrona del país. También se festeja el Día del Niño.
Este año, los peregrinos que se dirigen a la ciudad de Aparecida do Norte, interior del estado de São Paulo, donde está la basílica dedicada a la santa, pedirán ayuda para enfrentar la dura crisis económica que sacude al país.
Mientras, los comerciantes ofrecen rebajas de hasta increíbles 75 por ciento en el precio de los juguetes. Es que las compras para el Día del Niño bajaron a menos de la mitad de lo que se compró el año pasado. Cada cual –peregrinos y comerciantes– busca su propio milagro.
En 2014, cada 11 minutos por lo menos una mujer ha sido víctima de estupro en Brasil. Se dice por lo menos
porque ni toda víctima denuncia su tormento a la policía. Acorde a lo divulgado por las secretarías estaduales de Seguridad Pública, fueron registrados 47.646 casos de estupro en 2014. Algo es algo: en 2013, fueron 51.090.
Sin embargo, esos números son falsos: estudios indican que solamente 35 por ciento de las víctimas acuden a la policía. Es decir: el número de mujeres estupradas en Brasil el año pasado puede alcanzar la absurda marca de 470 mil.
No sin razón, una encuesta realizada en 87 municipios con más de 100 mil habitantes muestra que 90 por ciento de las mujeres temen ser víctimas de estupro.
Por estos días, una serie de videos grabados en teléfonos celulares muestran cómo actúa la policía de São Paulo, la mayor y más rica ciudad sudamericana. En una de esas grabaciones, un ladrón se rinde en el tejado de una casa, por donde intentaba escapar de su perseguidor, un soldado de la policía militarizada. Es un ladrón joven, flaco y mulato. Trata de equilibrarse sobre las tejas, se arrodilla y levanta los brazos.
El policía se acerca, apuntándole con una pistola. Y cuando llega al muchacho, lo empuja con el pie. No se ve el cuerpo cayendo. Pero luego otra grabación muestra el muchacho muerto en el suelo. El registro policial de lo acontecido indica: Se desplomó del tejado mientras intentaba huir
.
Otra grabación muestra un joven arrodillado delante de tres soldados de la policía militarizada, también en São Paulo. Dos policías lo levantan y lo llevan a la vuelta de la esquina. Se oyen tres disparos. Uno de los soldados vuelve corriendo, entra en el coche patrulla, y corre otra vez para donde está el muchacho, que no aparece en pantalla. Se oye un disparo.
Registro policial: Muerto cuando se resistió a la voz de prisión
. En la mano derecha del muerto, un revólver. El joven era zurdo y el revólver es el mismo que el soldado sacó de la patrulla.
Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados, cada día renueva sus esfuerzos furiosos para destituir a la presidenta Dilma Rousseff. El noble diputado está siendo investigado por la Corte Suprema. Motivo: recibió al menos 5 millones de dólares en coimas para facilitar negocios excusos junto a la Petrobras.
Cunha dice que es mentira. Que jamás recibió dinero ilegal. Que jamás tuvo cuentas secretas en Suiza.
El banco suizo Julius Baer envió a las autoridades brasileñas las fichas de apertura de cuatro cuentas a nombre de Eduardo Cunha. La dirección es la misma de la residencia que Cunha tiene en Río. Dos de esas cuatro cuentas fueron cerradas cuando estalló en Brasil el escándalo de corrupción en la Petrobras. Otras dos abrigaban, hasta hace un mes, dos millones 500 mil dólares. El dinero fue bloqueado por las autoridades suizas.
Cunha dice que es mentira. Que nunca tuvo cuentas en Suiza. El banco envió a Brasil copias del pasaporte presentado por el diputado al abrir las cuentas.
Cunha alega que es mentira y que no tiene la menor intención de derrocar a Dilma a través de un golpe parlamentario. Jura que no actúa por venganza.
El gobierno de Dilma Rousseff, que llegó a su segundo mandato gracias a los votos de 53 por ciento del electorado, está en manos de Eduardo Cunha. De él depende, si acepta o no, que una petición de apertura de juicio parlamentaria contra la mandataria llegue al pleno de la Cámara de Diputados. Hay como 13. Ya rechazó cuatro. Faltan nueve.
Pobre país.