Reivindicando a Dalton Trumbo
a inmensa mayoría de quienes vieron Johnny tomó su fusil en el cine que en los años 70 estaba en la calle de Niza, en la Zona Rosa, nada sabían de su director, Dalton Trumbo (1905-1976). Sí, en cambio, José de la Colina, Emilio García Riera, Carlos Monsiváis y Jorge Ayala Blanco, por ejemplo. La película se inspira en la novela Johnny Got His Gun, escrita por Trumbo en 1939, merecedora del National Book Award, que se convirtió en el relato antibelicista por excelencia.
Traducida a varios idiomas (recién la publicó en castellano la editorial Navona), no pierde vigencia, pero a su autor le valió ser perseguido e infamado hace 70 años, cuando la intolerancia impuso su ley en Estados Unidos. Fue uno de los 10 integrantes de la tristemente lista negra
elaborada en Hollywood con los señalados (a veces por envidia) de tener ideas comunistas
. Acusado de obstruir la investigación para llevar a juicio a posibles rojos
en el cine estadunidense, se negó a testificar en los juicios de esa caza de brujas
que encabezó el senador Joseph McCarthy. Por ello fue encarcelado. Y más de 300 escritores, directores, actores, músicos y técnicos alejados de su oficio y desposeídos de su pasaporte, lo que les impidió trabajar en el extranjero. Muchos otros lo hicieron vigilados por un comité que certificaba su patriotismo.
Después Trumbo se exilió a México, donde gracias al apoyo de sus amigos de ambos países (entre los de aquí, Luis Buñuel y Gabriel Figueroa), siguió escribiendo guiones para películas con seudónimo. Entre ellos, Espartaco, Papillon y Vacaciones en Roma, que consagró a Audrey Hepburn y a Gregory Peck.
Trumbo adaptó su novela al cine en 1971; como director y guionista y se convirtió en el filme más crítico contra la guerra de Vietnam. Obtuvo numerosos reconocimientos, como en Cannes, aunque también opiniones desfavorables. Cuenta la historia de un joven de 20 años combatiente de la Primera Guerra Mundial que se despierta en un hospital donde estará confinado de por vida. No tiene brazos ni piernas; está mudo, sordo y ciego. Pero su mente sigue intacta, lo que le permite poco a poco darse cuenta de su lamentable estado. Ante la imposibilidad de suicidarse, idea un plan para comunicarse y recuperar algo de humanidad.
En varios documentales, como el de Peter Askin, se le ha rendido homenaje al mítico escritor, guionista y director que nunca renegó de sus ideas. Al luchador contra el fascismo y en favor del exilio español. En el reciente Festival de Toronto se estrenó una película sobre su vida. La dirige Jay Roach y a Trumbo lo encarna Bryan Cranston (protagonista de la ya clásica serie Breaking Bad), al lado de Ellen Mirren. La vida y obra de Dalton Trumbo merecerán simpre respeto y gratitud.