El dirigente del PAN, Ricardo Anaya, pidió ayer que las conclusiones del alto comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, sean escuchadas y atendidas por el gobierno federal. Sería un error minimizarlas, puntualizó.

Dijo que tampoco se debe restar importancia al informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y por el contrario, se tendrá que recibir con absoluta apertura. Lo que ahí se señala es concreto, importante, delicado y grave; no coincidimos con la posición gubernamental de desacreditarlo y desatenderlo, subrayó.

En conferencia de prensa, donde dio a conocer a los integrantes de su equipo de trabajo, el presidente del blanquiazul criticó la decisión gubernamental de refutar los señalamientos de la Comisión Interamericana, instancia que reportó una grave crisis de derechos humanos en el país. Sin embargo, coincidió con el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, en que el Ejército sólo puede rendir cuentas ante instancias nacionales y no a nivel internacional.

Luego que el titular de la Sedena rechazó cualquier posibilidad de que los soldados de la región militar de Iguala dialogaran con integrantes de la CIDH, expuso que las declaraciones del secretario plantean la necesidad de reabrir la discusión sobre las facultades y competencias que tienen las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública.