Washington.

Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) justificaron, por separado, que el ataque aéreo del sábado pasado contra un hospital de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), en la ciudad afgana de Kunduz, en el que murieron 22 personas, entre ellos 3 niños, fue solicitado por el ejército afgano tras reportar que estaban bajo fuego de los talibanes.

En conferencia de prensa organizada en el Pentágono, John Campbell, quien dirige la misión de la alianza atlántica en Afganistán, corrigió la declaración inicial de Estados Unidos.

Nos hemos enterado de que el 3 de octubre las fuerzas afganas informaron que estaban recibiendo fuego de posiciones enemigas y pidieron apoyo aéreo de las fuerzas estadunidenses, indicó Campbell.

Se solicitó entonces un ataque aéreo para eliminar la amenaza de los talibanes y varios civiles fueron alcanzados accidentalmente. Esto es diferente de los informes iniciales que indicaban que las fuerzas estadunidenses fueron amenazadas y que el ataque aéreo fue realizado en su nombre, agregó.

Campbell prometió que se atribuirán las responsabilidades pertinentes y se tomarán medidas para asegurar que estos errores no se repitan.

MSF acusó a Estados Unidos de cometer un crimen de guerra y resaltó que hubo una grave violación del derecho internacional, tras el bombardeo que se prolongó por más de 45 minutos, a pesar de haber notificado previamente y durante el bombardeo a oficiales militares en Kabul y Washington la ubicación de su complejo hospitalario.

En Kabul, el Ministerio de Defensa explicó el domingo que combatientes talibanes atacaron el hospital y que utilizaban el edificio como escudo humano.

Los talibanes, que desde hace varios días intentan controlar esta ciudad del norte de Afganistán, y MSF, desmintieron tal versión.

En respuesta a las aseveraciones de Campbell, el director general de MSF, Christopher Stokes, expresó que el ejército estadunidense sigue siendo responsable de los blancos que alcanza, aunque esto sea parte de una coalición, y no puede haber justificación para este ataque.

Además, reiteró que con las discrepancias en las versiones estadunidense y afgana es todavía más necesaria una investigación completa, transparente e independiente.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) no tiene prisa por empezar una indagación independiente sobre el ataque aéreo contra el hospital de MSF en Kunduz, a pesar de que el secretario general, Ban Ki-moon, apremió a realizar una investigación completa e imparcial, informó el vocero de la ONU, Stéphane Dujarric.

Es muy pronto, estimó Dujarric; esperamos lo que surja de las investigaciones oficiales de Estados Unidos, la OTAN y probablemente del gobierno afgano antes de ir más lejos. Buscamos obtener una indagatoria creíble e imparcial, eso es todo lo que podemos decir hoy, mencionó.

Estas palabras contradicen la primera reacción de la ONU, el sábado, cuando el Alto Comisionado de los Derechos Humanos del organismo, Zeid Ra’ad al Husein, pidió una transparente averiguación del ataque y dijo que, si la justicia comprueba que fue deliberado, el bombardeo podría ser considerado crimen de guerra.

En tanto, se informó, la calma regresó a la ciudad de Kunduz luego de que las fuerzas afganas afirmaron haber recuperado el control tras expulsar a los talibanes al cabo de cinco días de combates. El subjefe del estado mayor, general Murad Alí Murad, dijo que fue izada la bandera nacional en la residencia del gobernador, luego de ser retiradas las banderas balancas del talibán.