Lima.

Cuando el saxofonista Jean Pierre Magnet (Lima, 1949) compuso la pieza Carnaval, lo hizo con un concepto sínfónico, porque un día seguramente lo iba a tocar con una gran orquesta. El roquero, jazzista y cultivador de la música andina no se equivocó. Aunque suele tocar Carnaval con su grupo más reciente, Serenata de los Andes, en el 43 Festival Internacional Cervantino (FIC), que empieza mañana, lo hará acompañado por la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú, en un arreglo de su autoría.

La pieza tiene una introducción de saxofón solo en la que apela a la montaña más alta de los Andes: Cuando toco pienso en que arriba de la montaña, a unos 3 mil 500 metros de altura, hay un serrano ocupado en lo suyo; estoy abajo, pero me tiene que escuchar. De allí empiezo a establecer el patrón rítmico. Mi política con la orquesta es que todos los músicos tienen que tocar.

Magnet participó por vez primera en el FIC en 1990 con su grupo PeruJazz, que en 2013 celebró 30 años de trayectoria. Aunque se considera jazzista básicamente, tuvo sus inicios en el popular grupo de rock Traffic Sound. La banda se separó en 1972 –Mis compañeros al terminar sus carreras se fueron por su lado–, en plena dictadura militar que prohibió el rock en Perú.

La vida lo llevó a Buenos Aires, a estudiar en el Conservatorio Nacional; a la Universidad de Mississipi del Sur, y a la Universidad de Berklee, en Boston. Luego se fue a tocar a las calles de San Francisco. Cuando regresó a Perú, en 1984, sabía que tenía que tocar jazz a su manera, buscar cierto idioma peruano para tener una manifestación propia y no temer.

En un festival internacional en Umbría, Italia, PeruJazz tocó después de Sting: Temblábamos. En el plan internacional la única manera de sentirte cómodo y sacar pecho es tocar tu música, de Perú, con sus ritmos, como la marinera, el festejo, con un muchacho que zapatea. También cosas más roqueras, pero como somos peruanos no lo ocultamos.

Hijo de francés y peruana, Magnet recuerda en su época infantil que la radio tenía una programación de música andina de cinco a siete de la mañana, que escuchaba mientras se preparaba para ir al colegio. Se quedó guardado en mi chip. Sin embargo, asegura que nunca ha sido un estudioso de la música andina.

Respecto del saxofón, señala que en la sierra central de Perú, en la región de Huancayo, al sur del Valle del Mantaro, hay una tradición saxofonística impresionante, porque éste es un instrumento totalmente occidental. Al parecer en algún momento un ingeniero europeo llevó uno a esta zona minera.

Al tocar con Serenata de los Andes, Magnet procura que no me salga nada de jazz cuando pido algo a mis músicos, porque de otra manera espanto a mis peruanos. Quiero magnificar la música andina, porque ésta, como los paisajes, no tiene límite. Quiero que mi música lleve a las personas a la puerta del cielo; ese es mi objetivo.