specialmente las redes sociales divulgan los delitos cometidos contra el ambiente y los recursos naturales por personajes de la política o que presumen su poder económico y social. En abril pasado, por ejemplo, mostraron la foto de la hija del secretario de Turismo y Desarrollo Económico de Oaxaca, José Zorrilla de San Martín Diego. La joven, llamada Ángeles, luce feliz con un rifle en una mano y sosteniendo los cuernos de un venado muerto con la otra. Su pasatiempo favorito parece ser la cacería.

No está por demás recordar las críticas que recibió la actriz y cantante Lucero por las fotos donde aparece con sus hijos y su actual pareja sentimental, el empresario Michel Kuri. Posa feliz con un rifle y una cabra montés muerta. “Donde pone el ojo… ¡pone la bala!”, afirma la revista que las publicó. También, que a Lucero le gustaba tanto ese polémico deporte que ¡le pintaron la cara con la sangre de su primera víctima! Lucero sucedió a Angélica Rivera en 2009 como imagen del estado de México, cuando allí gobernaba Enrique Peña Nieto. Era además estrella destacada en el Teletón que cada año organiza Televisa. La cacería le costó no aparecer más en esa colecta.

Otro personaje repudiado y severamente criticado por reconocidas organizaciones civiles, integrantes distinguidos de la vida cultural y social, los medios y los partidos de oposición, es Arturo Escobar, nombrado recientemente subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana en la Secretaría de Gobernación. El chacal cuidando a las ovejas. Con un historial nada recomendable, el único mérito de Escobar es ser parte de la dirigencia del Partido Verde, al que el gobierno federal le dio el control de los asuntos relacionados con el medio ambiente y el cuidado de los recursos naturales. Con esas nuevas responsabilidades, realiza el desmantelamiento de los equipos técnicos que por años venían trabajando en esas áreas. No pocas veces con escasos recursos y enfrentando trabas de todo tipo para cumplir sus labores. No escapan de esa limpia de personal calificado las Áreas Naturales Protegidas. La ecología no es hoy la prioridad, sino enquistar en la nómina a la militancia verde y a los amigos y familiares de los altos funcionarios.

En agosto último, Joaquín Badillo, ex candidato a la alcaldía de Acapulco por el Partido Verde Ecologista de México, presumió una foto donde aparece en una embarcación con dos jovencitos y al menos 20 ejemplares de pequeños tiburones. Celebró su hazaña publicando en su cuenta de Twitter que JACKOMENZO la tiburoniza!!! Que vengan las quesadillas de cazón! Después de pescarlos Nadamos con ellos porque se nos termino la carnada! Jackomeienza el deporte extremo.

Pero da la casualidad que tiburones y rayas están protegidos en las normas oficiales para evitar la depredación que sufren en el Golfo de México y el océano Pacífico. Especialmente los tiburones ballena y blanco, tres especies de pez sierra y cinco de mantas gigantes. Hasta se crearon 10 zonas de refugio para la alimentación reproducción y crecimiento de tiburones.

En contraste con la estupidez del tiburonero verde, una buena noticia: grupos de buceadores, organizaciones civiles y especialistas de Cancún, Playa del Carmen y la Riviera Maya, encabezados por el biólogo Luis Lombardo Cifuentes, hicieron llegar una carta protesta al director de la cadena de supermercados Chedraui por vender ejemplares juveniles de tiburón bajo el nombre de cazón de ley, especie única que en su madurez llega a medir metro y medio.

El director comercial de Chedraui, Eduardo Fuentes Durán, informó a Lombardo Cifuentes (quien preside la organización Salvemos Nuestros Tiburones) la decisión de no comercializar más ninguna especie de tiburón en todas las tiendas de esa cadena, como forma de atender el sentir ciudadano y contribuir a la preservación de las especies, el equilibrio ecológico y la conservación de vida marina. ¿Seguirán su ejemplo otros supermercados donde se venden a ciencia y paciencia de las autoridades, al igual que ejemplares juveniles de pulpo y otras especies diezmadas por la pesca irresponsable y la corrupción?