Xalapa, Ver.

Gustavo Sousa Escamilla, presidente del fideicomiso que administra el impuesto de 2 por ciento a las nóminas, estuvo secuestrado siete días. Durante su cautiverio, el gobierno del estado propuso al Congreso una iniciativa para reformar el Código Financiero del estado, a fin de elevar ese gravamen a 3 por ciento. La iniciativa fue turnada a comisiones.

La noticia del secuestro comenzó a circular entre los empresarios del puerto de Veracruz el miércoles 23 de septiembre. Las autoridades guardaron silencio. El martes 29 de septiembre, en conferencia de prensa, el gobernador Javier Duarte de Ochoa respondió a una pregunta sobre el asunto: No tengo ningún comentario.

La noche del 30 de septiembre, en un tuit, el mandatario priísta escribió: Gustavo Sousa Escamilla está en su casa y se encuentra bien de salud. Envío un abrazo muy fuerte a él y a su familia.

El día del secuestro, el gobierno de Veracruz presentó la iniciativa para aumentar la tasa del impuesto sobre erogaciones por remuneraciones al trabajo personal. El día en se supo de la liberación de quien fue secretario de Turismo en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán (2004-2010), la iniciativa fue turnada a comisiones.

Hace unos meses, en su calidad de vocal ejecutivo del fideicomiso, Sousa Escamilla sostuvo que el gobierno de Veracruz había dejado de entregar a ese patronato dinero recaudado por el impuesto sobre nóminas. Es una cantidad menor, y de acuerdo con las ministraciones que hace la Secretaría de Finanzas al fideicomiso, probablemente en dos o tres meses estará regularizado, dijo.

Según la ley, el impuesto sobre nóminas es sólo para infraestructura y obras. No puede ser usado para gasto corriente.

En una entrevista con la radiodifusora local XEU, Sousa reconoció que se pagó un rescate a los secuestradores, pero no dio detalles.

Veracruz es la tercera entidad con el mayor número de secuestros en el país, con 57 en lo que va del año.