Washington.

La agencia The Associated Press (Ap) desarrolló un análisis estadístico y computarizado que permitió calcular que en los últimos años el sistema de control de contaminantes de los motores de Volkswagen no ha sido una simple trampa sin víctimas, sino que mató a entre cinco y 20 personas en Estados Unidos cada año. Sin embargo, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) tiene su propia fuente de modelo informático, que calcula esas muertes entre 12 y 60. Esta institución estima los daños provocados, incluidos costos sociales de emisiones, en un aproximado de mil 300 toneladas de óxidos de nitrógeno por deceso.

Los óxidos de nitrógeno forman esmog, pero también agravan un problema mayor y mortífero: pequeñas partículas de hollín. Numerosos estudios médicos muestran que esas partículas diminutas provocan alrededor de 50 mil muertes al año en Estados Unidos, la mayoría por problemas del corazón.

Sin embargo, de acuerdo con un despacho de Ap, ingenieros comentan que estos números vienen con muchas advertencias y cálculos aproximados. Dependen de muchas suposiciones y una oscilación de posibles emisiones por auto. Los impactos de contaminantes ambientales sobre las personas se suelen calcular a nivel local porque ahí es donde se siente y cambia según el lugar. Pero estos cálculos se llevaron a nivel nacional, lo que agrega más incertidumbre.

Y eso sólo en Estados Unidos. Probablemente fue mucho más letal y costoso en Europa, donde Volkswagen vende más vehículos diésel, dijeron los ingenieros. Científicos y expertos a los que alude Ap apuntaron que la cifra de muertes en Europa podría ser tan alta como centenares de personas cada año, aunque advirtieron que es difícil trasladar los modelos informáticos de salud y calidad de aire estadunidenses a las ciudades europeas, que tienen más densidad de población.

Los expertos consultados por Ap calculan qué tanto le cuesta la contaminación a la sociedad, considerando el valor de las vidas perdidas. En este caso, el profesor de ingeniería ambiental de Carnegie Mellon, Peter Adams y otros especialistas estiman que las vidas perdidas –valuadas en 8.6 millones de dólares cada una– superan costos tales como días de trabajo perdidos o gastos de hospitalización. El costo anual total de los contaminantes en exceso de los vehículos diésel de VW se ubicó entre 40 y 170 millones de dólares, calcularon profesores de ingeniería ambiental.

Estadísticamente no podemos apuntar quién murió debido a esta política, pero algunos han fallecido o probablemente murieron como resultado de ella’, afirmó Peter Adams, quien calcula lo perjudicial del aire contaminado mediante un modelo sofisticado de computadora que él y Ap utilizaron en su análisis.

El software alterado permitió a los vehículos diésel de Volkswagen emitir entre 10 y 40 veces más óxidos de nitrógeno que los permitidos por las leyes, haciendo de esto una clara preocupación por la calidad del aire y la salud pública, opinó Janet McCabe, jefa interina de calidad de aire de la EPA.

Ap calculó cuánta contaminación se expulsó cada año, iniciando con el amplio 10 a 40 veces más emisiones que calculó la EPA; luego consideró el kilometraje y totales de vehículos de la agencia, la compañía de autos y el Kelley Blue Book.

Los resultados muestran un límite máximo y mínimo de contaminación por óxidos de nitrógeno como resultado del subterfugio de VW. La Ap llevó esos números a científicos quienes previamente habían creado un sofisticado programa informático que analiza el movimiento de aire y varios estudios epidemiológicos sobre los efectos a la salud de los contaminantes. El resultado es un cálculo aproximado de muertes y costos a la sociedad de acuerdo con un número específico de contaminantes que provocan cada muerte.

En respuesta a una petición de comentario, Volkswagen expuso que la EPA señaló que los vehículos afectados no presentan un riesgo de seguridad y son legales para conducir.