El Gobierno del Distrito Federal (GDF) autorizó la construcción de una red de 10 mil kilómetros de extensión para gas natural en todas las delegaciones, excepto Milpa Alta, para atender a cerca de 500 mil clientes residenciales, industriales y comerciales.

Mauro Juárez, responsable de gestión social de la empresa española Gas Natural Fenosa, señaló lo anterior y dijo que para ello se destinarán 8 mil millones de pesos, con lo que se busca aumentar 17 por ciento su penetración, con un ahorro en gasto de 15 a 60 por ciento, según el tipo de usuario.

La negativa de los vecinos por mitos como que no huele, la infraestructura no aguanta un sismo, es inseguro o nadie se responsabilizará en un accidente, y su politización, han frenado avanzar en su tendido, cuando no se obliga a nadie. Es una decisión personal, afirmó.

Los mayores problemas se registran en las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, donde se ha negado la expedición de las licencias especiales, pese a cumplir con los requisitos exigidos por las secretarías de Protección Civil y de Obras y Servicios del GDF, indicó.

En entrevista, explicó que la primera valora el cumplimiento de los requisitos técnicos y de seguridad del proyecto, sobre todo cuando se interviene en zonas de grietas, minas o fallas geológicas. La tasa de aprobación es de siete contra tres revisiones para obtener el visto bueno.

La Secretaría de Obras y Servicios se encarga de evaluar el método constructivo, que es: zanjas a cielo abierto entre 80 y 90 por ciento de los casos, al igual que otros usuarios del subsuelo, como Telmex, o la perforación horizontal dirigida.

Dicha técnica, precisó, se utiliza sobre todo en vialidades primarias, como Viaducto o Río Churubusco, donde se utilizan taladros inteligentes para pasar 18 a 20 metros por debajo de la vía, cumpliendo en ambos casos con la restitución del pavimento.

La expedición de las licencias de construcción especial toca a las delegaciones, una vez que valoran la integración del expediente y el cumplimiento del reglamento de construcciones, con un chance para corregir el proyecto en caso de detectarse algún problema, dijo.

Diálogo con vecinos

Una vez aprobado, señaló, se procede al pago de derechos, que sólo en esta administración será de mil millones de pesos, y de manera paralela se inicia un acercamiento con los comités vecinales de la zona a intervenir –previo estudio de mercado– para que la gente lo conozca.

Además, se realizan juntas informativas y reuniones vecinales en las que se desmitifican creencias como que el gas natural no huele, ya que por la norma oficial mexicana está deodorizado con mercaptano, igual que el gas LP, aclaró.

ASsimismo, la infraestructura aguanta sismos como los registrados en la ciudad de México en 1985, San Francisco en 1994 y Kobe en 1995; y tras dos meses de pruebas en el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, se demostró que los tubos de polietileno que lo transportan son resistentes y seguros.

“No estamos enterrando problemas –acotó–, aunque, como cualquier combustible, tiene un grado de riesgo, pero es mucho menor al LP, al disiparse en la atmósfera y la probabilidad de incidentes es de uno a siete respecto de este último combustible, de acuerdo con información del Cuerpo de Bomberos”, destacó.

Mencionó que en caso de accidente se cuenta con una póliza de responsabilidad civil, que cubre inmuebles, carros, todo lo afectado, sin importar si son o no usuarios de gas natural, que nunca hemos usado, y contamos con una unidad verificadora federal y otra local que inspecciona nuestros proyectos y todas las normas necesarias para garantizar a los usuarios su seguridad.