Kabul.

La fuerza aérea de Estados Unidos bombardeó este sábado un hospital operado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad afgana de Kunduz, lo que provocó la muerte de al menos 19 personas y lesiones a 37 más, en lo que fue considerado por el ejército estadunidense como posible daño colateral en la lucha por expulsar a los talibanes islamitas de la localidad. La organización humanitaria señaló que la aviación mantuvo su embestida incluso después de que le fue reportado a las partes en conflicto lo sucedido, por lo que el número de víctimas podría aumentar.

Entre los muertos por el bombardeo, condenado por la comunidad internacional, hay 12 colaboradores de MSF y siete pacientes, tres de ellos niños, informó en Berlín la portavoz de MSF, Christiane Winje. De los 37 heridos, 19 son trabajadores y 18 pacientes y familiares. Hay un número impreciso de desaparecidos, añadió.

Los talibanes se apoderaron el lunes pasado de Kunduz y las fuerzas afganas intentan desde entonces retomar el control de la capital provincial del norte del país con apoyo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que ha llevado a cabo numerosos ataques en la ciudad donde los talibanes siguen atrincherados en algunos puntos.

Médicos Sin Frontera aseguró haber entregado varias veces las coordenadas GPS precisas del hospital a las partes involucradas en el conflicto, la vez más reciente el 29 de septiembre. Según la organización humanitaria, el bombardeo se prolongó 30 minutos después de haber informado de lo que estaba pasando a los jefes militares en Kabul y Washington, por lo que el ataque habría durado aproximadamente una hora.

De las 2:08 AM hasta las 03:15 AM, hora local de hoy, el Centro de Trauma de MSF en Kunduz fue golpeado por una serie de bombardeos aéreos, en incursiones a intervalos de aproximadamente 15 minutos, relató MSF en un comunicado.

Muchas personas permanecían desaparecidas la noche de este sábado y la cifra de muertos se espera que aumente, indicó la organización. En el hospital había 105 pacientes y familiares y más de 80 trabajadores cuando se produjo el bombardeo.

Un residente local manifestó a la prensa que ha intentado contactar con seis de sus amigos, todos médicos y enfermeras de MSF. No tengo noticias de ellos, podrían estar muertos, dijo.

Estamos profundamente consternados por el ataque, la muerte de nuestro personal y pacientes y el enorme daño causado a la atención médica en Kunduz, declaró Bart Janssens, director de operaciones de MSF, quien exigió que se aclare urgentemente qué fue lo que pasó y cómo pudo pasar.

Este ataque es aberrante y una gran violación del derecho internacional humanitario, afirmó Meine Nicilai, presidenta de MSF, quien exigió la total transparencia de las fuerzas de la coalición. No podemos aceptar que esta horrible pérdida de vidas simplemente se califique como daños colaterales.

El portavoz de la misión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán, Sernando Estreooa, confirmó que la alianza atlántica efectuó un bombardeo cerca de las instalaciones del MSF a las 2:15 horas (21:45 GMT ) contra unos individuos que eran una amenaza para la fuerza. Enseguida, Brian Tribus, portavoz de las fuerzas estadunidenses en Afganistán, admitió que un hospital cercano podría haber resultado dañado.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, afirmó que ya está en marcha una investigación exhaustiva del bombardeo, en coordinación con el gobierno de Kabul, tras lamentar el trágico accidente.

Explicó que la zona es escenario de intensos combates en días recientes, y que las fuerzas estadunidenses en apoyo a las fuerzas de seguridad afganas operaban cerca, así como los talibanes.

Un portavoz del ejército, el coronel Brian Tribus, dijo en una declaración que las fuerzas estadunidenses lanzaron un ataque aéreo a las 2145 GMT. El ataque puede haber provocado un daño colateral en un centro médico cercano... Este incidente está bajo investigación, refirió.

Según el portavoz del Ministerio del Interior de Afganistán, Sediq Sediqqi, entre 10 o 15 terroristas estaban escondidos en el hospital al momento del ataque. Todos los terroristas murieron, pero también perdimos doctores, dijo a la prensa y añadió que unos 80 médicos, incluso 15 extranjeros, fueron llevados a un lugar seguro.

El vocero del talibán, Zabihullah Mujahid, emitió un comunicado en el aseguró que no había combatientes talibanes en el hospital al momento del bombardeo, y culpó al servicio de inteligencia afgano por dirigir erróneamente el ataque aéreo al nosocomio. Los rebeldes islamitas acusaron a las fuerzas estadunidenses bárbaras de llevar a cabo el ataque de forma deliberada matando e hiriendo a decenas de doctores, enfermeras y pacientes.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ofreció el sábado sus profundas condolencias por el bombardeo. En nombre del pueblo estadunidense ofrezco mis profundas condolencias por los médicos y otros civiles muertos en el trágico incidente en un hospital de Médicos sin Fronteras en Kunduz, dijo en un comunuicado divulgado por la Casa Blanca.

El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Zeid Ra’ad Al Hussein, también demandó una completa y transparente investigación del hecho, y afirmó que un bombardeo a un hospital puede ser considerado crimen de guerra.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; la Cruz Roja Internacional y la Unión Europea condenaron por separado los bombardeos.

El comunicado de MFS puede consultarse en www.msf. mx/article/afganistan-msf-exige-explicaciones-despues-de-los-mortales-ataques-aereos-al-hospital-en