Washington.

Estados Unidos señaló este miércoles que Rusia bombardeó lugares donde probablemente no se encuentren combatientes del Estado Islámico (EI), y calificó la ofensiva rusa de contraproducente, al reiterar que la solución de la guerra de cuatro años en Siria pasa por la renuncia del presidente Bashar al Assad.

Parece que estuvieron por zonas donde no había fuerzas de EI, dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, al proclamar que la intervención de la fuerza aérea rusa está condenada al fracaso.

Para Carter, el abordaje de Rusia equivale a arrojar gasolina a las llamas, y destacó que su estrategia no contempla una transición política en Siria y la salida de escena de Al Assad.

Tras este primer ataque, Estados Unidos y Rusia acordaron una reunión lo más pronto posible –que sería este jueves– entre sus militares para coordinar las operaciones en Siria y apaciguar el conflicto, anunciaron el secretario estadunidense de Estado, John Kerry y su homólogo ruso, Serguei Lavrov, tras un encuentro.

Antes, en la Organización de Naciones Unidas, Kerry insistió que el EI no podrá ser vencido si el presidente sirio permanece en el poder, y dijo que Washington aprobaría los ataques rusos en Siria si son realmente contra los yihadistas.

Estados Unidos comenzó a bombardear presuntas posiciones del EI en Irak en agosto de 2014, y un mes después amplió las operaciones a Siria. Su coalición está integrada por 60 naciones.

El vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, habló de unos 20 ataques aéreos contra centros de comunicación, vehículos, depósitos de combustible y de armas del EI.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, órgano con sede en Londres que se nutre de reportes de activistas en Siria, indicó que los bombardeos rusos mataron a 27 civiles, aunque otros hablan de 35. En su primer ataque contra el EI en Deir Ezor, Francia mató el domingo a 30 milicianos, incluidos 12 niños soldados, añadió el observatorio.