Estudian posible consumo de sustancias cancerígenas
Investigan posible promoción de semillas híbridas contaminantes
Martes 29 de septiembre de 2015, p. 14
En el país se consumen cada vez más productos procesados de maíz cuyo contenido de transgénicos o glifosato (sustancia señalada por sus efectos cancerígenos por la Organización Mundial de la Salud) se desconoce, por lo que investigadores han comenzado a estudiar este fenómeno, dado que el gobierno no lo hace, señaló Elena Álvarez Buylla, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Tras participar en el diálogo de productores con científicos para sumar esfuerzos en el uso y conservación de la agrobiodiversidad, como parte de los actos por el Día Nacional del Maíz, que se celebra este martes, explicó que el país tiene capacidad para producir este grano –el verdadero, nativo, saludable– para los mexicanos y para el resto del mundo. Esto ayudará también a la regeneración del tejido social, que se destruye cuando no se puede hacer milpa
.
En el foro, organizado por Semillas de Vida y la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, productores y campesinos dieron a conocer su experiencia con el cultivo del maíz, el uso de semillas híbridas y los cambios que observan en las siembras. Álvarez Buylla y Alma Piñeyro, investigadora del mismo instituto, explicaron a los asistentes las diferencias que existen entre el grano tradicional y el transgénico.
Álvarez Buylla señaló en entrevista que aunque el gobierno dispone de millones de pesos para hacer estudios mediante organismos como la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) y otras instancias, éstos no se elaboran, y los investigadores que ya han probado la presencia de maíces transgénicos en el agro mexicano deben volver al campo.
Lo que ahora se busca saber es si los paquetes de semillas híbridas que promueve el gobierno son fuente de contaminación, y si esto sucede sería la vía de demostración de que no es posible la coexistencia de maíces tradicionales y transgénicos.
Si se promueven los híbridos (semillas mejoradas), que no están segregados de los transgénicos, el gobierno fomenta la contaminación. Ya se demostró que el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc) tenía datos de contaminación desde 2004, antes del estudio que publicaron en 2005, el cual decía que no existía tal
, indicó.
Recordó que hace poco se dio a conocer que el Inecc poseía información (la cual se ocultó) sobre la presencia de transgénicos en varios estados, datos que van desde 2005 hasta 2013, con los que se corroboraba la existencia de maíz transgénico en los cultivos tradicionales, que deberían estar libres de las semillas que produce la industria. No se sabe por qué se ocultó dicha información.
Esto nos obliga volver al campo y documentar todo lo que el gobierno tendría que hacer con millones de pesos que se han asignado a la Cibiogem y otras instancias que no nos responden
. Estos años han silenciado información en favor de los intereses de las empresas, por lo que nos sentimos con la obligación de hacer estos estudios
.