Nueva York. James Dean quedará para siempre en la memoria como un joven rebelde y atractivo. Mañana se cumplen 60 años de su muerte, que podría haber salido de un guión cinematográfico. El joven, hijo de un granjero, siempre quiso ser actor. Pero gran parte de su vida de artista fue un figurante. A los 19 años consiguió su primer trabajo de intérprete en un anuncio de Pepsi. No decía una sola palabra. Pasó por westerns y películas bélicas. Todo cambió con Al Este del Paraíso (1955). Dean interpreta a un joven dubitativo y confundido, que intentaba buscar un sentido a su vida. Tenía todo, pero no era feliz. El mundo del motor era su pasión. Cuando se compró el Porsche 550 Spyder, el actor Alec Guinness le dijo: No lo conduzca. Si lo hace, morirá en una semana. Y justo siete días después Dean falleció en un accidente.