No podemos descuidarnos; debemos estar preparados para la defensa de Venezuela ante la estrategia reiterada de Estados Unidos de derribar al gobierno del presidente Nicolás Maduro, advierte el diputado venezolano Carolus Wimmer.

Integrante del Buró Político del Partido Comunista de Venezuela y del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), Wimmer resaltó que el proyecto soberanista e independiente de la república bolivariana choca con la actitud intervencionista de Estados Unidos, la cual, dijo, no ha dejado de aplicar diversas tácticas, desde provocar convulsión política o presiones a la economía hasta la creación artificial de conflictos fronterizos, como el actual con Colombia.

Llamó a estar alerta, ya que la agresión de ese país y la ultraderecha venezolana puede agudizarse porque se acerca el 6 de diciembre, cuando habrá elecciones parlamentarias en Venezuela, y no sería la primera vez que Washington trate de boicotear un proceso electoral en América Latina.

Entrevistado en un receso de los trabajos de comisiones del Parlatino –que se llevaron a cabo en el Senado–, Wimmer consideró que el gobierno de Maduro cuenta con el apoyo popular, pese al desgaste que la población haya resentido por las agresiones externas. Se continuará, resaltó, con el proyecto de la patria grande, la construcción de la unidad y la solidaridad de América Latina y el Caribe.

Esto último, dijo, es un factor positivo, con el que no contó el presidente chileno Salvador Allende, cuando se enfrentó al ataque del imperio. Por ello, expuso, Venezuela y otras naciones han interpuesto el latinoamericanismo frente al Doctrina Monroe, la cual conocemos muy bien; va a cumplir 200 años como la línea estratégica de la política internacional de Estados Unidos.

De origen alemán, el diputado expuso que desde 1988, cuando el comandante Hugo Chávez era candidato a la presidencia de Venezuela, la entonces secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, advirtió que su país no iba a permitir que ganara las elecciones; sin embargo, el pueblo venezolano se impuso y ha mantenido su respaldo al proyecto democrático, pero indudablemente vivimos en bajo la amenaza continua de la primera potencia militar del mundo.

No se puede dejar de mencionar, que hay todavía estructuras del Estado y de la sociedad venezolana que quieren mantener sus viejos privilegios, dijo, e hizo notar que el gobierno de Maduro se enfrentó a la escasez de productos básicos, provocada por empresas trasnacionales y la derecha. Podemos decir que esa lucha se ganó, ya que se tomaron medidas y hubo una gran solidaridad popular que evitó que hubiera saqueos.

Falta resolver, detalló, la distribución de alimentos, que está en manos de empresas privadas, que forman parte de la contrarrevolución.

Han debido enfrentar también, dijo, las guarimas, cierres arbitrarios de calles, una política golpista para tratar de desestabilizar la moneda y los problemas fronterizos, que deben resolverse mediante el diálogo y de forma pacífica.

Wimmer resaltó que en Colombia hay siete bases militares de Estados Unidos y ha habido amenazas directas de oficiales de la Cuarta Flota, contra Venezuela. El pueblo está consciente de esa agresión y actúa con mucha seriedad y respalda al gobierno de Maduro.