Madrid.

Cataluña, la región más próspera e industrializada del Estado español, celebrará este domingo las elecciones más importantes de su historia reciente. Tras lustros de desencuentros y fricciones con el poder centralizado de Madrid, finalmente tanto las formaciones políticas tradicionales como una buena parte de la sociedad catalana han dicho basta e impulsaron una ruta para la secesión, que pasa por obtener una mayoría en las urnas previo requisito a la declaración unilateral de independencia.

El nerviosismo llegó a tal punto que el gobierno español, del conservador Mariano Rajoy, activó un dispositivo excepcional en el que ordenó el traslado a Cataluña de más elementos policiales y dinero en efectivo para evitar un corralito financiero ante la incertidumbre del día después.

Cataluña celebrará sus terceras elecciones autonómicas en cinco años. Cinco millones 500 mil ciudadanos elegirán a los 135 integrantes del Parlamento y por primera vez en la historia se presenta una lista unitaria, Junts pel Sí (Juntos por el Sí), integrada por los dos principales partidos de carácter soberanista de la región, Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC).

Estos partidos cuentan con el respaldo del movimiento ciudadano que en años recientes ha exigido en masivas movilizaciones un referendo para decidir su futuro y considera que la independencia es la mejor vía para que Cataluña resuelva sus problemas de desigualdad.

Otro partido que podría ser crucial en la hoja de ruta para la independencia es Candidatura de Unidad Popular (CUP), que según las encuestas podría obtener entre cinco y 10 escaños, lo que la convertiría en la fuerza decisiva para el proceso.

El objetivo de la lista unitaria es alcanzar los 68 escaños que dan la mayoría absoluta, ya sea en solitario o con la suma de los escaños de la CUP, lo que, según sus dirigentes, los avalaría para seguir adelante con su hoja de ruta y realizar la declaración unilateral de independencia.

Otras plataformas independentistas son Asamblea Nacional Catalana (ANC) y la agrupación cultural Omnium. La lista está encabezada por un ex parlamentario europeo de la izquierda verde y activista, Raúl Romeva, pero detrás están los principales dirigentes de estas dos formaciones, incluido el actual mandatario catalán, Artur Mas.

Por el lado de los que defienden el actual modelo autonómico y la pertenencia de Cataluña al Estado español está el partido Ciudadano, que según las encuestas será el más votado. Esta formación joven mantiene un discurso afín al de la derecha española, pero a diferencia del Partido Popular (PP), no tiene vínculos con el pasado de la dictadura de Francisco Franco.

En segundo y tercer lugar estarían el PP y el Partido Socialista de Cataluña (PSC), que se convertirían en partidos residuales, lo que confirmaría su pérdida de credibilidad, tanto por los numerosos casos de corrupción de sus gobiernos como por su postura política de más democracia y un nuevo Estatuto de Autonomía en Cataluña.

Además se encuentra Cataluña si que es pot (Cataluña sí se puede), una coalición de partidos integrada por Iniciativa per Cataluña Els Verds, Podemos, Esquerra Unida i Alternativa y Equo, que defienden el derecho de los catalanes a ser consultados en un proceso de autodeterminación, pero no se han definido sobre el apoyo a un proceso de secesión o si por el contrario formarían un frente común con los partidos unionistas.

Aunque son muchas las encuestas sobre las elecciones catalanas, todos los partidos políticos son conscientes de que es un escenario inédito, que todavía hay más de un tercio del electorado sin decidir su voto y que en las últimas elecciones, tanto regionales como generales, todas las encuestas fallaron.