A pesar de insistir en que el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2016 no contempla ninguna disminución en los recursos para ciencia, tecnología e innovación, sino un incremento de uno por ciento, Enrique Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), reconoció que sí habrá afectaciones debido al impacto de la devaluación del peso frente al dólar y por la inflación.

Luego de suscribir un acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación destacó que el organismo autónomo mantiene el pago de 6 mil becarios nacionales en el extranjero, y agregó que lo estamos logrando con esta reingeniería de recursos, pero sí impacta la pérdida del valor del peso en la adquisición de equipo científico y también en las becas.

Además, indicó, estamos postergando proyectos muy costosos de gran infraestructura, que no se pueden echar a andar. Citó el caso del Sincrotrón –instrumento que permite la investigación a nivel molecular y atómico en campos como energía y medicina, entre otras–, es este tipo de impacto el que tenemos. El no poder sostener un crecimiento como el que desearíamos. En estas condiciones difícilmente el gobierno podría mantener un crecimiento como el que se dio en 2013 y 2014.

En el caso de las becas, explicó que incrementará la modalidad mixta, que permite a un estudiante que cursa sus estudios en un programa de posgrado reconocido por su calidad en alguna institución del país, acceder a uno o dos semestres en el extranjero, mientras que las becas completas en el extranjero las vamos a dejar para los temas en los que efectivamente la nación no tiene todavía las capacidades de formación.

Cuestionado sobre la denominada fuga de cerebros, consideró que es un tema que todos tenemos que aprender a leerlo de otra manera, aunque señaló que entre 5 y 7 por ciento de los jóvenes que cursan su doctorado en el extranjero y que reciben beca del Conacyt se quedan a radicar en otro país, situación que, aseguró, no es un dato alarmante.

Tenemos que aprender que los científicos mexicanos, así como los jugadores de futbol, van a circular cada vez más por el mundo. No es necesariamente un problema para el sector científico mexicano, concluyó.