Los recursos más importantes de La Jornada están en sus principios y su línea editorial. En sus 336 trabajadores, en los 155 mil lectores de su edición impresa diaria, en los 500 mil visitantes que cotidianamente lo leen en línea, en sus 3 millones 700 mil seguidores en Twitter y en Facebook y, sobre todo, en una sociedad que requiere y reclama transformaciones que coinciden con nuestra visión del país y del mundo, afirmó la directora general del diario, Carmen Lira Saade.

Al dirigir su informe anual a la asamblea de accionistas de la empresa editora de este diario –Demos, Desarrollo de Medios SA de CV– subrayó que en medio del vértigo de las redes sociales, “La Jornada está obligada a preservar su credibilidad y a seguir siendo un medio estructurado que verifica, discrimina y ordena la masa informativa y entrega un producto coherente basado en su visión del mundo”.

En las instalaciones de La Jornada de avenida Cuauhtémoc, buen número de accionistas se dio cita ayer en un ambiente de reflexión para conocer y marcar directrices sobre el futuro de la empresa.

Como establecen las normas legales y los estatutos internos, en nombre del consejo de administración rindieron su informe Bernardo Bátiz, suplente de la presidencia, y el pro comisario Roberto González Amador.

En su turno Carmen Lira dio cuenta pormenorizada de las circunstancias por las cuales ha atravesado La Jornada en este último año y repasó las condiciones políticas y económicas tanto nacionales como del entorno mundial.

Ratificó los principios fundacionales e inamovibles del diario a 31 años de existencia: vincularse a los anhelos y necesidades de una sociedad insatisfecha, ignorada e incluso maltratada por los promontorios del poder político, económico y mediático y, en años recientes, por la emergencia de corporaciones delictivas.

Los tres informes fueron aprobados y en la sesión se presentaron además nuevos proyectos editoriales y comerciales que en breve se pondrán en marcha para La Jornada.