Como en toda carrera, un rally a campo traviesa lo gana quien llega primero. Pero a diferencia de cualquier otra competencia, lo único que tiene en mente el piloto es terminar la carrera.

Patrick Reyes, corredor de motos en esta modalidad, no piensa en podios, puntos o tiempos, aunque sean decisivos, porque lo que acapara su atención es no extraviarse, sortear los peligros del terreno e imprevistos mecánicos. Por eso lo primero es terminar.

Este deporte es de sobrevivencia, dice el motociclista de 36 años, quien desde niño empezó a montar máquinas en terrenos hostiles, como herencia familiar. Su padre fue corredor y su tío uno de los pioneros del enduro en México.

Uno está solo en este deporte sobre la moto y en el terreno, dijo Reyes, pero también como competidor y organizador de una disciplina prácticamente sin público en México y sin infraestructura financiera que le permita solventar fuertes gastos para competir.

Estas carreras son muy costosas por todo el despliegue técnico que implican, además de que son competencias que avanzan, no ocurren en una pista fija, refirió, y comentó: Hay países con menos recursos que están compitiendo y realizando carreras, como Guatemala y El Salvador.

Como organizador en México no sólo debe sortear las exigencias financieras para realizar un rally, sino además encontrar los escenarios adecuados y comprobar que las rutas elegidas no crucen zonas azotadas por la violencia que vive el país.

Nos asesoramos con mucha gente, hacemos recorridos y después de estar seguros de que no hay peligro de violencia, organizamos la carrera, indicó.

Después hay que convencer a los pilotos extranjeros para que participen en estos rallys. Insistir que será seguro.

Reyes explicó que el paisaje mexicano es perfecto para este tipo de carreras por la variedad de escenarios naturales que permiten competir en condiciones adversas.

Sin embargo, “la situación social del país no nos permite hacer rallys en lugares que nos parecen espectaculares, como en Chihuahua, Sonora o Durango”.

No obstante, piensa culminar en 2017 entre los primeros 20 en el máximo rally del mundo, Dakar. El 28 de septiembre correrá el Baja Rally, prueba que servirá de preparación para la carrera sudamericana.