Ocurrió durante cateo; en las oficinas sólo había material de trabajo: Díez Gargari
Martes 22 de septiembre de 2015, p. 11
Un día después de que la Procuraduría General de la República (PGR) informó que en un cateo a las oficinas de la empresa Infraiber en Polanco se decomisaron aparatos que la compañía presuntamente utilizó para intervenir comunicaciones privadas, el representante legal de la firma, Paulo Díez, aseguró que funcionarios de la dependencia “sembraron el supuesto equipo de espionaje” durante el operativo.
Según el abogado, lo único que había en las oficinas eran computadoras, teléfonos y otros dispositivos electrónicos, materiales que se pueden encontrar en cualquier otro centro de trabajo
.
En diversas entrevistas, dijo que de encontrarse algo más, como se ha afirmado, “seguramente tuvo que ser sembrado” por los elementos de la PGR que participaron en el cateo.
El pasado 7 de septiembre funcionarios de la PGR detuvieron al abogado Díez, con base en una orden de presentación librada por la dependencia.
En un video difundido días después por Díez Gargari se observa que un sujeto se coloca junto a la ventana del automóvil en que fue retenido el litigante, quien asegura que en ese momento le sembraron
un arma calibre .38 súper.
La totalidad de los elementos que participaron en mi detención ilegal participan en ese cateo; es decir, son los mismos
, precisó.
Al aducir sobrecostos, en mayo pasado, el gobierno del estado de México anunció la cancelación de un contrato a Infraiber para desarrollar el Sistema Independiente de Verificación de Aforos que contabilizaría los vehículos en las autopistas en la entidad.
La medición del aforo vehicular serviría para calcular la inversión recuperada por la empresa trasnacional OHL en los proyectos de infraestructura; es información útil para definir el cumplimiento del plazo para devolver la concesión, según ha dicho en diversas entrevistas Díez Gargari.
El abogado sostiene que desde hace dos años advirtió que una medición independiente de las unidades en circulación amenazaba los intereses de OHL, porque el negocio de la empresa hispana estaba montada en una trama fraudulenta.