Las administradoras de fondos para el retiro (Afores) XXI-Banorte, Sura, Banamex, Pensionissste y el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) formaron un consorcio de inversión para grandes proyectos de infraestructura que ya adquirió la concesión de cuatro carreteras de cuota, e integrará al menos otros tres portafolios para comprar activos maduros en el sector energético, hospitales o escuelas, con un valor mínimo de 5 mil millones de pesos cada uno.

Este lunes arrancó formalmente el listado en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) del Certificado de Infraestructura México (CKD-IM) con una colocación de bonos por 3 mil 443 millones de pesos de una serie de emisiones que podrían alcanzar los 17 mil 250 millones conforme se requiera.

El paquete de autopistas adquiridas por el nuevo mecanismo de inversión está conformado por la Mayab (Mérida-Cancún), Río Verde-Ciudad Valles, en San Luis Potosí; el Libramiento La Piedad, en Michoacán, y el Túnel de Acapulco, todas construidas y operadas por Ingenieros Civiles Asociados (ICA).

Esta nueva plataforma de inversión es uno de los mejores ejemplos de las oportunidades por venir, dijo Marcos Ramírez Miguel, director general de Afore XXI-Banorte. Añadió que el monto total dedicado a la inversión en infraestructura vía CKD podría ser superior, si piramidamos, a 150 mil millones de pesos si se considera deuda más capital, y se mostró confiado en alcanzar esta expectativa.

Mencionó que para poner en perspectiva el proyecto, de acuerdo con datos de la BMV, antes de esta transacción se habían levantado ocho CKDs (certificados de capital de desarrollo) de infraestructura por poco más de 31 mil millones de pesos. Por lo tanto, esta transacción implica crecer el monto levantado en el sector infraestructura por el equivalente a 35 por ciento de lo colocado en los últimos cinco años, pasando a un compromiso total de 48 mil millones de pesos.

A su vez, Tonatiuh Rodríguez Gómez, director de Afore XXI-Banorte, comentó que esto significa acelerar el flujo de las inversiones. Las constructoras de proyectos de infraestructura invierten buena parte de su capital y requieren reciclar esos recursos para comenzar nuevas obras.

Junto con un socio canadiense, la Caja de Depósito de Inversiones de Quebec, que tiene 51 por ciento de participación en el CKD-IM, se tiene considerado invertir al menos 35 mil 100 millones de pesos en cinco años.