En la terminal de Contenedores del Puerto Progreso en Yucatán, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) decomisó 15 motores que contenían aceite lubricante usado, el cual es considerado residuo peligroso, de acuerdo con la Ley para la Prevención y Gestión Integral de Residuos.

La dependencia inspeccionó un depósito que transportaba 40 motores usados de combustión interna, con el fin de comercializarlos en el país.

El cargamento procedía de Estados Unidos y la Profepa detalla diversas disposiciones normativas tanto nacionales como internacionales para respaldar, por motivos ecológicos, la incautación de 15 de estos artefactos

Al mismo tiempo, en el ejido José María Morelos, en Quintana Roo, la Profepa suspendió de forma temporal el corte de vegetación forestal en una hectárea, luego de una visita de inspección y al no recibir la documentación correspondiente sobre autorización de cambio de uso de suelo en la citada demarcación.

Se constató además que ya se había removido vegetación secundaria arbórea de selva mediana subperennifolia de 1.014 hectáreas, entre las cuales se encontraban ejemplares de jabin, chaca rojo, chicozapote, tzalam, boop, kaniste, amapola, chechem, negrito, kitmache y guano.

Finalmente, la Comisión Nacional de Áreas Protegidas llevó a cabo la liberación de 42 crías de cocodrilo de pantano en la reserva de la Biósfera Los Tuxtlas, en Veracruz, con el objetivo de contribuir a la recuperación de las zonas poblacionales de esta especie.

Se trata de un programa en coordinación con la Conabio, en el contexto del programa de Monitoreo del cocodrilo de pantano México-Belice, al tratarse de una especie de alto valor ecológico, ya que es depredador tope de los ecosistemas en que habita.

En la liberación participaron miembros de la estación de biología de la UNAM, niños y adolescentes visitantes de la Reserva de Nanciyaga, así como personal de la Reserva de la Biosfera de Los Tuxtlas.