A fin de profundizar en el análisis de los cambios, efectos y resistencias que genera la reforma educativa, profesores-investigadores de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) disertaron sobre los riesgos de invisibilizar los pequeños ajustes que generan las modificaciones a los artículos tercero y 73 constitucionales, aprobados en diciembre de 2012.

No podemos seguir con la idea de que sólo es una reforma laboral, pues también es profundamente educativa. Estamos ante un proceso de reconfiguración del sistema que generará un nuevo modo de gobernar la educación, expresaron.

En el primer encuentro de los Diálogos sobre la reforma educativa: críticas, resistencias y alternativas, que reunió en esa casa de estudios a maestros, alumnos y especialistas, se debatió una cartografía de la reforma del sector, al considerar que es mucho más que una evaluación punitiva; es un proceso que busca la transformación definitiva del sistema educativo, y con ello del propio perfil de los docentes, las escuelas y los alumnos, dijeron.

Convocados para abrir un diálogo con la comunidad de la UPN como parte de la creación de un grupo permanente de debate sobre ejes centrales de la reforma mencionada, Lucía Rivera, Marcelino Guerra y Roberto González, académicos de esa institución, plantearon que las efectos más graves se están invisibilizando.

Señalaron que vivimos una primera etapa de implementación donde se avanzó en la construcción de una evaluación permanente que acompañará toda la vida profesional de un maestro, y que lo coloca en una condición de inseguridad permanente.

Indicaron: “Enfrentamos un cambio institucional de largo alcance, cuya comprensión y estudio no ha sido agotado.

Consideraron que de la misma forma en que se avanzó en la construcción de nuevos mecanismos normativos, ocurrió la instrumentación de acuerdos entre las cúpulas del sector educativo, “donde se toman las decisiones, para luego ser instrumentadas por los docentes. Ahora tenemos una segunda fase con los bonos para infraestructura escolar que no busca la privatización, sino la charterización (subrogación) de las escuelas”.

Marcelino Guerra explicó, que la propuesta presentada a la comunidad académica de la UPN es abrir un espacio de diálogo en el que arrancamos con el planteamiento de una hipótesis que busca generar la participación de la audiencia, pues hasta el momento en la institución no había existido una propuesta de este tipo. Queremos incluir todas las visiones y problematizar a fondo todos los impactos de la reforma educativa.

Lucía Rivera, destacó que el entramado de relaciones, prácticas y procesos socioeducativos que está modificando la reforma educativa es la parte más invisible, pese a su relevancia para entender cómo se está produciendo la transformación del sistema educativo, por lo que consideró que la modificación constitucional del sector no se puede reducir a un conjunto de acciones de un gobierno ni a una mera coyuntura o a una determinada manera de ejercer el poder por ciertos grupos políticos.

Finalmente, Roberto González indicó que no estamos ante una reforma más del sistema educativo, como las que hemos vivido en los pasados 20 años. Por eso es relevante, entender qué produce esta reforma y cuáles son sus efectos, pues no sólo es un cambio laboral, también modifica el perfil pedagógico del sistema educativo, y por ende, del maestro.