Muchos son de países no miembros de la Unión Europea
Lunes 7 de septiembre de 2015, p. 29
Bruselas.
Tras la conmoción provocada por la fotografía de un niño sirio ahogado en una playa de Turquía, las autoridades europeas están bajo presión más que nunca para luchar contra cerca de 30 mil sospechosos de traficar personas.
Es nuestra principal prioridad, sin duda alguna, no sólo para la Europol, sino para todos los estados miembros de la Unión Europea (UE)
, explica Robert Crepinko, responsable de la lucha contra el crimen organizado de la Oficina Europea de Policía.
En entrevista, Crepinko explicó que el tráfico de personas no sólo implica un riesgo inmenso para los refugiados, sino es un inmenso desafío para todos los estados miembros, tanto a nivel humanitario como de seguridad
. Este negocio de la muerte, que mueve miles de millones de dólares, se nutre de la desesperación de las personas que huyen de la guerra y de la pobreza en países como Afganistán, Siria, Eritrea y Somalia.
Las bandas, cada vez más organizadas, utilizan las redes sociales, conocen bien las rutas y usan métodos rápidos para organizar el éxodo de refugiados y migrantes en dirección a Europa. En julio, la UE lanzó una operación en gran escala contra los traficantes en el Mediterráneo, principalmente con el objetivo de recabar datos para una posible acción militar contra los barcos de traficantes en costas libias.
Desde marzo, autoridades europeas han identificado a cerca de 30 mil sospechosos en toda Europa
, de los cuales 3 mil operan en el Mediterráneo. Muchos de los presuntos traficantes son originarios de países no miembros de la UE con los cuales la Europol intercambia información, asegura Crepinko.
Las bandas agrupan a personas de diferentes orígenes, afirma el funcionario. Cita el caso de una red desmantelada recientemente en Grecia, formada por dos rumanos, dos egipcios, dos paquistaníes, siete sirios, un indio, un filipino y un iraquí.
Más rentable que las armas y las drogas
Esa organización criminal logró ganar en algunos meses cerca de 7.5 millones de euros, centrándose en organizar el tránsito de ciudadanos sirios hacia Europa. Los refugiados llegaban a Grecia por vía marítima, terrestre y aérea con papeles turcos falsos.
El tráfico de personas, combinado a veces con la explotación sexual y laboral, es probablemente el negocio más rentable
de todas las actividades delictivas, por encima de las armas y las drogas, afirma la portavoz de la agencia europea de vigilancia de fronteras, Frontex, Izabella Cooper.
Según autoridades europeas, los traficantes se sirven cada vez más de las redes sociales, entre ellas Facebook, para negociar los precios y organizar los trayectos de los migrantes.
En África utilizan una red de camiones y albergues para organizar el viaje de los indocumentados a Libia. Una vez que llegan a esa nación, grupos especializados se encargan de subirlos a barcos pesqueros y a lanchas neumáticas que Frontex sospecha provienen de China.
De acuerdo con algunos testimonios recogidos por Frontex, algunos traficantes habrían amenazado a punta de pistola a los refugiados reticentes a subir a las embarcaciones.