La renovación de la dirigencia nacional del PRD pasa por una reforma estatutaria que permita al diputado federal electo Agustín Basave suplir a Carlos Navarrete en el cargo, aunque sea militante de nuevo ingreso.

Se trata de modificar el artículo 256 de los estatutos, que señala: Para ocupar la presidencia o la secretaría general se requiere contar con una antigüedad mínima de dos años como afiliado del partido; además, cubrir por lo menos uno de los siguientes requisitos: haber formado parte de un órgano ejecutivo a nivel estatal o nacional, haber sido miembro del Consejo Nacional, haber ocupado un cargo de elección popular o contar con el aval de 10 por ciento de los consejeros nacionales.

El ex priísta Basave se afilió el miércoles pasado, arropado por la mayoría de las corrientes, y tras las elecciones del 7 de junio pasado es diputado federal electo por la vía plurinominal.

Camerino Eleazar Márquez, ex representante del PRD ante el Instituto Nacional Electoral (INE), explicó que en el congreso nacional, que tendrá lugar del 17 al 20 de septiembre, se harán las modificaciones estatutarias que den cauce a la renovación de la dirigencia con un nuevo enfoque, es decir, sin que prevalezca la hegemonía de Nueva Izquierda o cualquier otra corriente.

Nueva Izquierda controla la presidencia del PRD desde 2008 –previo arribo de Jesús Ortega a la secretaría general–, y los resultados electorales fueron a la baja.

En el congreso del PRD puede haber un consejo electivo para renovar al Comité Ejecutivo Nacional con cautela, en tanto esas reformas estén debidamente aprobadas y sean publicadas por el INE en el Diario Oficial de la Federación. Cubiertos esos dos pasos, puede convocarse al consejo para ratificar los nombramientos.

Entre las adecuaciones a realizarse se incluyen las que mandató el INE, como incorporar temas de transparencia y cumplir con la paridad de género.