Marchan miles del Ángel al Zócalo; hacen presencia en embajadas
Jueves 27 de agosto de 2015, p. 4
Han sido 11 meses de ‘‘rabia, indignación, coraje, dignidad y búsqueda’’. Casi un año sin saber el paradero de sus hijos; 334 días desde que policías del municipio de Iguala, Guerrero, atacaron con armas de fuego a estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, dejando a tres de ellos muertos, 43 más desaparecidos y cinco heridos.
Ayer, los familiares de los normalistas realizaron la 15 Acción Global por Ayotzinapa, que incluyó la presencia ante embajadas de varios países y una marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo. En ambas acciones, los manifestantes exigieron al gobierno federal ampliar seis meses más el periodo para que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) siga con sus investigaciones sobre este crimen.
La jornada concluyó con un mitin en el Zócalo. Desde ahí, los padres y madres de familia anunciaron las actividades para conmemorar el primer aniversario de los hechos, que incluirán un ayuno de tres días, entre el 24 y el 26 de septiembre; la preparación para la jornada que se conocerá como ‘‘Día de la Indignación Nacional’’ o ‘‘Paro Político Nacional’’, el 26, así como un ‘‘contrainforme de la situación real que vive el país’’, entre el 31 de agosto y el primero de septiembre.
Asimismo, se informó que varias organizaciones sociales estadunidenses realizan gestiones para que en el marco de la visita del papa Francisco a Filadelfia, del 25 al 27 de septiembre, una comisión de padres y madres de Ayotzinapa pueda ser recibida por el pontífice.
Al tomar la palabra en el Zócalo, Emiliano Navarrete, padre del normalista desaparecido José Ángel Navarrete, señaló que en estos 11 meses el gobierno federal sólo ha demostrado ‘‘que no tiene palabra’’, porque ‘‘no ha cumplido las promesas que hizo frente a los familiares’’.
Informó que hace unos días se reunieron con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a quien demandaron que se prorrogue el periodo de trabajo GIEI. En principio, el funcionario aceptó la idea, ‘‘pero nos acabamos de enterar por nuestros abogados de que el gobierno tomará la decisión hasta después del 6 de septiembre, día en que el grupo de expertos presentará su informe final’’.
En las movilizaciones de ayer también participaron colectivos sociales, organizaciones sindicales y estudiantes, entre otros. De acuerdo con los organizadores, en la marcha vespertina participaron 3 mil personas. En la ruta final hacia el Zócalo, los manifestantes hicieron un alto en el ‘‘antimonumento’’ con el número +43, en el cruce de Reforma y Bucareli, donde hicieron un ‘‘pase de lista por los ausentes’’.
La madre del estudiante José Álvarez Nava exigió al ‘‘gobierno corrupto que nos entregue a nuestros hijos. No estamos pidiendo un favor, es su obligación entregar a los 43 y a los miles de desaparecidos que hay en el país’’.
Por la mañana, se dividieron en varios contingentes para visitar las embajadas de 30 países y entregar un documento en el que solicitan a los diplomáticos su intervención a fin de que las autoridades mexicanas autoricen una prórroga a las investigaciones que realiza el GIEI, pues consideraron que las investigaciones realizadas por la Procuraduría General de la República ‘‘han sido ineficaces y la dependencia ha sido incapaz de ofrecer verdad y justicia’’. Así, visitaron las representaciones de Portugal, Argentina, España, Bélgica, Francia, Tailandia y la Unión Europea, entre otras.
Por otra parte, tres personas fueron detenidas al término de la marcha en la estación Zócalo de la línea 2 del Metro. De acuerdo con el reporte de los hechos, un grupo de personas llevó la protesta por Ayotzinapa hasta las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo.
En la entrada del acceso sur invitaron a los usuarios a pasar sin pagar. Liberaron los torniquetes; sin embargo, ante la afluencia se hizo una gran aglomeración. Se abrieron las puertas laterales, pero también resultaron insuficientes para la entrada de personas.
Eran las ocho de la noche y la gente seguía llegando, por lo que empezaron a empujarse, lo que generó una confrontación con el personal de la estación, que al verse superado por los manifestantes pidió refuerzos.
Durante algunos minutos hubo empujones, golpes y forcejeos, así como gritos de los usuarios, algunos de los cuales presentaron crisis nerviosas.