Bolt y Gatlin se enfrentarán de nuevo en una final; será hoy en la prueba de 200 metros
El caribeño busca décimo título del orbe; el estadunidense, el segundo
La isleña Silva ganó el cetro en salto con pértiga
El británico Farah va por tercera corona consecutiva en 500 mil
Jueves 27 de agosto de 2015, p. a13
Pekín.
Era de esperar, pero Usain Bolt y Justin Gatlin cumplieron con el protocolo y protagonizarán su segundo mano a mano en el Mundial de Atletismo, tras ganar ayer sus respectivas semifinales en la prueba de 200 metros.
Fue una jornada en la que los latinoamericanos festejaron medallas: un oro de la cubana Yarisley Silva en salto con garrocha y una plata de la brasileña Fabiana Murer en la misma disciplina.
Bolt superó al estadunidense por una centésima de segundo el pasado domingo en la final de los 100 y ahora disputará el título de su carrera favorita en busca de su décimo cetro mundial.
El jamaiquino soltó una amplia sonrisa al cruzar la meta en 19.95 segundos, incluso después de pasear los 60 últimos metros mientras revisaba la pantalla gigante del estadio Nido de Pájaro, para asegurarse que no tenía a nadie cerca. Y estaba solo.
En la semifinal anterior Gatlin, invicto los dos recientes años en 200, cronometró 19.87, aunque se esforzó más que Bolt. Me alegro de esta carrera. Esto es lo que quiere ver todo el mundo
, dijo el Relámpago.
Mientras el caribeño busca su décimo título mundial, Gatlin quiere ser campeón del doble hectómetro luego de 2005.
Precisamente fue la final de ese Mundial la única vez que se habían enfrentado Bolt y Gatlin. El estadunidense ganó y el jamaicano, con apenas 19 años y un problema en el muslo, fue último.
Camino inverso
Desde entonces, las carreras de ambos fueron a la inversa. El estadunidense pisó el infierno por una sanción por dopaje –estuvo suspendido entre 2006 y 2010– y el jamaiquino ascendió para ser considerado de los mejores deportistas de la historia.
Este jueves, Bolt, en su prueba favorita, en la que no sabe lo que es perder una gran competencia desde el Mundial de Osaka 2007, cuando fue segundo, buscará dar otro paso hacia la leyenda.
Cuba también celebró por su segundo metal dorado en dos días –después de la victoria de Denia Caballero el pasado martes en el lanzamiento de disco–, con el salto de Yarisley Silva. El otro oro para la región fue conseguido por la colombiana Caterine Ibargüen en triple salto.
Yarisley Silva y Fabiana Murer llegaban entre las favoritas en el salto con garrocha y no decepcionaron. Sostuvieron una batalla emocionante hasta el final, en el que la caribeña se impuso al superar el 4.90 metros en su tercer y último intento, adelantando a Murer, que se quedo en 4.85 y con la segunda posición, cuando parecía tener el que habría sido su segundo título mundial, después del de Daegu 2011.
La cubana Silva rompió en llanto después de ganar la presea de oro: Me queda la satisfacción de lograr mi sueño, de haber dado la medalla de oro a Cuba, de procurar alegría a todo mi pueblo, a mi familia
, dijo Silva con lágrimas en los ojos, unos minutos después de saltar 4.90 en el Estadio Nacional de Pekín.
Suspensiones por dopaje
En una jornada en la que Julius Yego conquistó el tiro de la jabalina para aumentar la ventaja de Kenia en el medallero general, con cinco oros, dos de sus compañeros de delegación fueron suspendidos provisionalmente por arrojar positivo en controles antidopaje.
La Federación Internacional de Atletismo analizó a Joyce Zakary, corredora de los 400 metros, y a la vallista Koki Manunga después que compitieron en Pekín.
Si Bolt dominó la atención nocturna, Mo Farah volvió a erigirse protagonista en la mañana. Le puso pimienta con dos tropiezos para quitar el hipo, pero el británico recuperó sendas veces el equilibrio y consiguió clasificarse a la final de los 5 mil metros, con lo que sigue vivo su sueño de lograr un nuevo triunfo.
En caso de imponerse en la final de este sábado, Farah se convertiría, a sus 32 años, en el primer corredor en conquistar los 5 mil en tres ocasiones en justas mundiales.
La checa Zuzana Hejnova ganó también los 400 vallas y el sudafricano Wayde Van Niekerk los 400 llanos, antes de ser hospitalizado por cansancio.