De nada sirvieron las protestas de PRD, PAN y Morena
Lunes 24 de agosto de 2015, p. 6
Ni en la polémica elección de 2006 la sesión para validar los cómputos fue tan prolongada. Fueron más de cinco horas en las que PRD, PAN y Morena echaron en cara al PRI haber postulado diputados ‘‘cachirules’’ por la bancada del Verde, y al Instituto Nacional Electoral (INE) hacerse de la vista gorda para que el tricolor esté sobrerrepresentado en San Lázaro.
De poco valió el debate. Los cómputos de las elección del 7 de junio fueron validados y asignadas las 200 diputaciones federales plurinominales por parte del INE, tal como propuso el proyecto inicial.
Sólo dos consejeros, Pamela San Martín y José Roberto Ruiz Saldaña, se manifestaron en contra del acuerdo que desechó la petición de sumar a los ‘‘cachirules’’ a las listas de diputados del Partido Revolucionario Institucional.
La votación válida emitida fue de 37.9 millones y, por tanto, las plurinominales quedaron repartidas de la siguiente forma: 48 al PRI, 53 al PAN, 27 al PRD, 18 al Verde, 15 a Movimiento Ciudadano, 10 a Nueva Alianza, 21 a Morena y 8 a Encuentro Social. Con ello se confirma que, juntos, PRI y su aliado el Verde alcanzan la mitad del Congreso; sólo necesitan un legislador más para alcanzar la mayoría.
En la sesión del Consejo General, Pablo Gómez, representante del PRD, planteó que no son 7, sino 10 los priístas que compitieron bajo las siglas del PVEM, y que si son contabilizados ‘‘es un engaño’’, porque con los 203 diputados (de mayoría relativa y plurinominales) que alcanza el tricolor tendrá una sobrerrepresentación de más de 8 puntos.
Cuestionó a los consejeros al plantearles que una autoridad independiente no debe dejarse engañar ni que se viole la Constitución. ‘‘Eso altera la representación, falsifica la Cámara y por ende el Congreso’’, les dijo.
Horacio Duarte, representante de Morena, planteó que el tema de los ‘‘cachirules’’ es un ‘‘artilugio de simulación electoral para que se no se contabilice una coalición total ni se le ponga límite a la sobrerrepresentación’’.
Recordó que en el estado de México ‘‘empezó el modelo de defraudación electoral teniendo como instrumento de defraudación fiscal al Verde Ecologista. Antes se hablaba de los delitos de cuello blanco, ahora de los delitos de cuello verde. Hacen que ese partido le preste a su jefe de la mafia su registro’’.
Pidió revisar el modelo de asignación de candidaturas, porque en el Distrito Federal, donde Morena obtuvo la votación más alta, se le quitaron dos diputaciones locales con el argumento de la sobrerrepresentación. Mostró una cartulina con una tabla impresa, para plantear que si al PRI le aplicaran ese criterio debería tener 158 diputados.
Jorge Carlos Ramírez Marín, representante del tricolor, calificó de fantasía las acusaciones relacionadas con los ‘‘cachirules’’ y acusó a Gómez de haber inscrito a cinco militantes perredistas como petistas.
‘‘Haiga sido como haiga sido, el PRD no va a tener más diputados’’, exclamó, en cuanto a que en la actual legislatura tiene más de 100 y en la siguiente serán apenas 56. “Venir a hacer estas quejas es equivalente a un llanto, como dicen los muchachos, de ardillas’’, contestó el priísta a Gómez, quien replicó que sus diputados ‘‘no se clonaron como los del PRI’’.
El panista Francisco Gárate dijo a su vez: ‘‘No es un pataleo, (no es un lloriqueo, agregó Gómez a lo lejos). Es tema de legalidad, de constitucionalidad’’, y acusó a los priístas de tener ‘‘el gen del fraude’’.
Así, unos y otros se acusaron de violar la ley, con las descalificaciones in crescendo, hasta que Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, los llamó al orden. Terminados debate y reyerta electoral, los dirigentes partidistas recogieron sus constancias de diputados de mayoría relativa de manos de Córdova Vianello y posaron para la foto. ‘‘Aunque no te guste’’, le susurró Duarte al consejero Marco Antonio Baños.
Finalmente, Córdova ofreció que en el instituto harán un ejercicio de autocrítica, aunque ya piensan en las 13 elecciones de 2016.