Con presupuestos que oscilan entre 500 y 2 mil pesos por alumno de prescolar, primaria o secundaria, miles de padres de familia aún buscan las últimas ofertas para comprar útiles y uniformes, a menos de una semana del inicio del ciclo escolar 2015-2015, cuando regresan a clases poco más de 25 millones de alumnos de nivel básico.

Con el uso de ahorros, de economías en el gasto familiar e incluso de la tarjeta de crédito, amas de casa, oficinistas, plomeros y trabajadores independientes señalan que agosto es una segunda cuesta del año. Llegamos con lo justo para hacer frente a estos gastos y, la verdad, sí se hacen sacrificios. No hay vacaciones ni salidas a comer o al cine. Desde mayo pasado en casa eso se acabó, afirma Leticia, quien busca mochilas para sus dos hijas en calles del centro de la ciudad de México.

A los gastos que las familias deben realizar para cubrir las listas de útiles y uniformes se suma el cobro de cuotas en los planteles educativos, cuyos montos van de 350 pesos para alumnos de secundaria, 200 para primaria y 100 para prescolar. A pesar de que la Ley General de Educación señala que la enseñanza que imparte el Estado es gratuita, laica, obligatoria y de calidad, en las escuelas la piden voluntariamente a fuerzas, dijo una afectada.

Padres de familia consultados sobre el cobro de cuotas señalaron: sabemos que no nos pueden obligar, pero uno ve las escuelas. Nos dicen que es para mantenerlas limpias y que los baños estén bien; vamos a estar pendientes de que sea así sea.

En tiendas departamentales, papelerías, almacenes y en el comercio informal la búsqueda es la misma: todos queremos bueno y barato, pero lo malo es que te alcanza para lo barato, pero no les dura ni medio año, reconoce Flor, mientras compra calcetas a 10 pesos. Las blusas y playeras de sus hijos, que cursan secundaria, tuvieron un costo de 60 pesos. Los zapatos deportivos, dijo, no los bajas de 200, y no son muy buenos.

Rosalía, madre de una adolescente que cursa segundo de secundaria, ya invirtió 500 pesos. Esperamos que con esto alcance, porque si no va a tener que reutilizar lo del año pasado que aún este bueno. Tenemos un presupuesto, pero no alcanza. Es un gasto fuerte para el que se debe ir ahorrando, pero a veces se sale del presupuesto cuando les piden otra cosa, hasta de marca. Nos solicitan tres carpetas, pero para qué, si con una tienen.

Hilda, ama de casa, señaló que para su hija de prescolar ya gastamos como 5 mil pesos en útiles y uniforme, más 7 mil de colegiatura e inscripción. Es un gasto enorme; hacemos el sacrificio para tratar de darle lo mejor, pero la verdad cada día es más díficil. Ahora echamos mano de la tarjeta de crédito, pero es una deuda que mes a mes se incrementa y que debemos cubrir.