La imagen de un hombre con la ropa desgarrada que deambula frente al pórtico del Palacio de Bellas Artes, seguido por dos fumigadores de traje blanco, marcó el comienzo del performance que sobre la obra Inter-Z-on-E=Universo-E/x presentaron la tarde del jueves los bailarines del Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac).

El personaje, cuyo rostro expresaba síntomas de delirio y cargaba una pequeña bocina, se acercaba a los transeúntes que lo miraban con asombro y éstos empezaron a preguntarse de qué se trataba lo que veían.

Motivadas por la curiosidad, varias personas siguieron a los hombres hasta las escaleras principales del recinto; adentro estaban otros seres extraños, como de película de ciencia ficción. Eran otros bailarines que interpretaban fragmentos de la coreografía de Raúl Parrao inspirada en la vida y obra del escritor estadunidense William Burroughs.

Con música electrónica de fondo, los bailarines del Ceprodac se dejaron llevar por la transgresión de Burroughs al dar vida a personajes absurdos, como un alienígena, un vaquero, chichifos, una muñeca, oficinistas y un vagabundo. Los peatones, sorprendidos, observaban los movimientos de esos seres que a veces se les aproximaban como para contarles un secreto.

De lo absurdo a lo onírico

Mientras el público se aglutinaba cerca de la cafetería del museo para ver la intervención de los bailarines, el director del Ceprodac, Raúl Parrao, obsequiaba volantes para invitar a las personas a ver la obra completa el 21 y 22 de agosto en el máximo recinto cultural del país.

Entre los asistentes había niños que decían a sus padres está loco, refiriéndose al personaje del vagabundo; otros pequeños sólo reían al ver cómo el vaquero los miraba fijamente y luego comentaban que era muy raro.

Aunque no comprendían exactamente lo que presenciaban, padres e hijos se quedaron a ver el performance bizarro que se estrenó en 2014 y ahora llega al Palacio de Bellas Artes.

Los personajes de esta pieza coreográfica, que transita entre lo absurdo y lo onírico, recrearon situaciones disparatadas en las que un hombre sujeta y abraza a otro que permanece acostado en una camilla; esto sucede mientras otro extraño ser realiza giros y movimientos en una silla.

Realidad, ficción y delirio caracterizan la propuesta de Parrao, quien se inspiró en el poder creativo y alucinante de Burroughs, pues su vida estuvo marcada por la adicción a las drogas y su bisexualidad.

Al final, el coreógrafo muestra a seres vulnerables, inconscientes que simplemente sobreviven inmersos en la locura.

La obra de Parrao es una metáfora de la adicción como figura de toda forma de control, a las drogas, al dinero, al poder, al consumo, al sexo, a la palabra.

La bailarina Tzitzi Benavides, quien participa en la coreografía, asegura que todos sus compañeros realizan un trabajo interpersonal para mostrar en el escenario diversas sensaciones.

En la obra hay historias reales y ficticias, así como los delirios del ser humano, añade la intérprete.

La obra Inter-Z-on-E=Universo-E/x, a cargo de los bailarines del Ceprodac, se presentará el viernes 21 de agosto a las 20 y el sábado 22 a las 13 y 19 horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez, esquina Eje Central Lázaro Cárdenas, Centro).