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Relató que es complicado ejercer el periodismo

Rubén Espinosa afirmó el 9 de julio que fue amedrentado por desconocidos
 
Periódico La Jornada
Martes 4 de agosto de 2015, p. 7

El 9 de julio el fotorreportero Rubén Espinosa –asesinado el viernes pasado junto a cuatro mujeres– relató cómo fue víctima de intimidación en Xalapa, Veracruz, razón por la que desde junio de este año decidió exiliarse en el Distrito Federal creyendo que su seguridad estaría garantizada.

En una entrevista con la televisora por Internet Rompeviento Tv, dijo que ejercer la labor periodística en aquella entidad es complicado, pues no sólo se enfrentan ataques, burlas y señalamientos de empleados gubernamentales, sino de otros colegas y medios informativos que están al servicio del dinero y la corrupción.

Varios reporteros del estado –recordó– colocaron en la plaza Lerdo una placa con el nombre de Regina Martínez, periodista asesinada en esa entidad, y por ese hecho los han llamado guerrilleros.

Durante la charla, narró que el 6 de junio de este año, cuando salía de su casa rumbo a su labor, un hombre lo miró fijamente. Regresó a su domicilio cerca de las tres de la tarde y recibió la llamada de un colega para la cobertura de una reunión entre estudiantes y autoridades de la Universidad Veracruzana.

Se dirigía a ese acto cuando detectó que tres sujetos estaban parados en una esquina cerca de su casa. Ellos querían que los viera, esperé un taxi y al levantar la mirada uno de ellos me toma una foto y me hace una seña (con la cabeza). Tras reflexionarlo, se dio cuenta de que era el mismo hombre que había visto en la mañana.

Por la noche hizo una cobertura más y cuando regresaba a su hogar, alrededor de las 19:30 horas, vino otra intimidación. “Iba caminando sobre la calle Xalapeños Ilustres y veo que vienen dos tipos de frente, con pinta porteña y vestidos de negro. Sentí que venía una agresión hacia mí y al pasar a su lado me pegué a una cortina para darles el paso, sentí su respiración en mi cara. Se pasan, camino, volteo y uno de ellos me seguía viendo. Metros adelante hay otros dos tipos (…) Cerca de la parada de un autobús. (Ahí) se pegan hacia mí y con el cuerpo me empujan (...) Me quedé bloqueado”.

Fue tras ese episodio que Espinosa decidió exiliarse en la capital del país. La entrevista se puede ver completa en el siguiente enlace.