Con una corona y ramos de flores colocadas en la puerta de acceso a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), habitantes del Distrito Federal dieron las condolencias al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, por la fallida política de desarrollo urbano, que expulsa a 100 mil personas cada año de la ciudad.

La construcción de viviendas de interés social está muerta porque de 70 mil unidades requeridas cada año, el sector privado y las autoridades capitalinas apenas edifican 15 mil y 3 mil, respectivamente, con lo cual estamos muy por debajo para atender las necesidades de la población, señalaron.

Este desorden urbano, afirmaron, sólo beneficia a los desarrolladores dedicados a construir vivenda residencial y media, que se han quedado con el mercado, al contar con un instrumento jurídico infalible en la Ley de Desarrollo: las áreas de gestión estratégicas.

En la manifestación en las instalaciones de la Seduvi, donde convocaron a una resistencia digna de la ciudad, Víctor Manzanares, dirigente del Congreso Popular, Social y Ciudadano, precisó que la jefatura de Gobierno puede decretar un cambio de uso de suelo en 90 días.

Las zonas de desarrollo económico y social (Zodes) son las hijas chiquitas de esas áreas de gestión para desarrollar megaproyectos, pues no hay instrumentos de participación ciudadana y el consejo rector formado por expertos, el Conduce, es de nombre, porque en los hechos no existe, afirmó.

Venimos con flores y una corona de muerto a dar nuestras condolencias a la Seduvi, porque mató nuestras expectativas de contar con una vivienda digna o seguir habitando en la capital, lo cual cada vez es más difícil, expresaron habitantes de la capital en una protesta afuera de la dependenciaFoto Laura Gómez Flores

Hoy, destacó, los pobres perdimos hasta la periferia de la ciudad, mientras los ricos lloran al ver cómo están perdiendo su calidad de vida con nuevos desarrollos o proliferación de tiendas de conveniencia, por este apetito voraz del sector privado y la falta de una planeación urbana.

El llamado de las autoridades capitalinas a socializar la ciudad central, impulsar el crecimiento vertical y crear una ciudad policéntrica sólo ha llevado a la aparición de decenas de construcciones tanto en zonas ricas como pobres, por el gran negocio económico que significa, afirmó.

Hoy, consideró, se requiere con urgencia de una revisión a la Ley de Desarrollo Urbano de 2009, que ha provocado este desarrollo intensivo de vivienda residencial y media, no sólo del artículo 41, que permite el cambio de uso de suelo a solicitud del interesado.

Asimismo, se requiere incorporar la opinión de la ciudadanía en el diagnóstico, análisis y diseño de las estrategias de desarrollo urbano, a fin de que la planeación de la capital sea un gran acuerdo y se acabe con los conflictos que enfrentan autoridades y vecinos, quienes han quedado al margen y con riesgo de ser expulsados de sus propias comunidades, indicó.

Por ello, dijo, venimos con flores y una corona de muerto a dar nuestras condolencias a la Seduvi, porque mató nuestras expectativas de contar con una vivienda digna o, por lo menos, seguir habitando en la capital, lo cual cada vez es más difícil lograr.