En 1988 empezó a circular en México un álbum que causó furor entre conocedores: Talk to your daughter (Warner Music), de un joven maravilla: Robben Ford, quien para entonces ya traía cuerda: su padre fundó una banda de blues conformada por él, Robben y los hermanos del muchachito: Charles Ford Blues Band.

Y lo que aquel disco contenía era precisamente la dinamita del blues.

Y alrededor del blues como materia prima, Robben Ford completó en aquel disco el panorama que hoy domina con maestría: un amplio rango estilístico que se extiende por los territorios del jazz, el funk, el soul, el rock y el pop.

Son los elementos que consolidan su nueva grabación discográfica: Into the sun (Mascot Music), música recia, hecha con mano segura por un hombre del blues curtido en los escenarios más diversos.

Como no existen las casualidades, estos dos álbumes aquí mencionados figuran en los estantes de novedades discográficas al mismo tiempo: Talk to your daughter como parte de una colección japonesa, distribuida por Warner Music, que rescata joyas discográficas hoy descontinuadas pero que son improntas. Volver a escucharlo confirma los valores impresos en el nuevo disco, Into the sun, cuyo primer corte, Rose of Sharon, escrita por Robben Ford al igual que nueve de las 11 piezas que completan el álbum, es una pequeña obra maestra preñada de originalidad, encanto y magia.

Desde los primeros compases recuerda el alto sentido poético, misterio y magia que caracterizan la obra entera de Sixto Rodríguez (http://goo.gl/v1RGCr), por su compás vertebral, con notas descendentes y caída abrupta, su atmósfera entre melancólica y brillante y su gran capacidad imaginativa. Su tono poético.

Desde el primer corte también queda establecida otra notoriedad estilística: a diferencia del blues tradicional, Robben Ford no repite riffs. Su asombrosa capacidad imaginativa le permite momentos de intensidad ya ríspida, ora suave, en cada situación determinada.

Esa variedad estilística instala el clásico sistema de vasos comunicantes que produce hallazgos, vericuetos insólitos, encuentros inesperados o emparentamientos lógicos como el fabuloso track 5, lo mejor del disco junto con el mencionado corte inicial.

En ese corte quinto, Justified, participa uno de los mejores hombres del blues contemporáneo: Keb’Mo’, y otro invitado de lujo: Robert Randolph y el resultado es una fiesta de música que emparenta con los mejores momentos que ha logrado en su carrera el mismísimo Doctor House, quien en la vida real es un músico notable: Hugh Laurie (http://goo.gl/FJAkYV).

Y a propósito de sistemas de vasos comunicantes, el Disquero disfrutó hace unos días de una sesión exquisita de buen blues brindada por Jorge García Ledesma, integrante del grupo de blues Follaje (inminente gira por Bolivia), investigador acucioso, gran hombre del blues. La sesión se originó de una plática a propósito de Robben Ford y por eso aquí la comparto:

Iniciamos con el exquisito sonido que hace nacer Ronnie Earl de su guitarra en rojo: https://goo.gl/g1xr0L.

Enseguida, otra guitarra exquisita que vuela hacia lo sublime, la del maestrísimo Duke Robillard: https://goo.gl/dCkwMr

Ahora un estilo diferente, dentro del famoso sistema de vasos comunicantes, la guitarra de Junior Watson: https://goo.gl/W8FD7E

Y ahora un blues más moderno, el de Gary Clark Jr, quien mucho le debe a Jimi Hendrix: https://goo.gl/4QYWrj

Volvamos al blues sencillo, el mejor: el blues así, sin más, que es todo: el blues tradicional, en manos de un chicano: el mismísimo Kid Ramos: https://goo.gl/xZDDQ1

Y si de chicanos chingones hablamos, he aquí al gran Tommy Castro: https://goo.gl/28IivH

Y así nos podríamos seguir. El Disquero agradece al maestro Jorge García Ledesma esta deliciosa sesión de gran blues, nacida de comentar el disco que hoy nos ocupa: Into the sun, de Robben Ford.

Las 11 obras que conforman el nuevo álbum de la leyenda Robben Ford también arman gran fiesta.

Luego de enganchar a los escuchas con la irresistible Rose of Sharon, Robben Ford roba de nuevo la atención con el siguiente corte: Day of the planets, en un giro hacia el soul y así discurrirá el disco, con atisbos al rock, al jazz, al funk y todo el tiempo al blues y todo el tiempo a la atmósfera sonora sureña.

El nuevo de la treintena de discos de Robben Ford, en suma, es una suma de géneros, sostenida por la música nutricia, el blues.

Suma. Suena.

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