Washington.

La economía de Estados Unidos se aceleró en el segundo trimestre y creció 2.3 por ciento anual. El Departamento de Comercio señaló que el avance del producto interno bruto (PIB) refleja un alza en las exportaciones, un gasto más fuerte del consumidor y un mayor gasto de los gobiernos estatales y locales.

A su vez, el PIB del primer trimestre, previamente reportado con una caída de 0.2 por ciento, fue revisado y registró un incremento de 0.6 por ciento. Los datos sugieren un impulso estable que podría acercar más a la Reserva Federal (Fed) a un aumento de tasas de interés este año.

Aunque la cifra del PIB en el segundo trimestre estuvo algo por debajo de las expectativas de los economistas, que esperaban una tasa de 2.6 por ciento, la composición del crecimiento apuntó a un fortalecimiento de los cimientos domésticos.

Las cifras son una buena noticia para la primera economía mundial, que a principios del año fue afectada por un invierno severo y la caída de las exportaciones. El anuncio de ese reporte había despertado dudas sobre la solidez de la economía estadunidense y temores en varios países cuya economía depende en gran medida de Estados Unidos.

Con el crecimiento del segundo trimestre Estados Unidos registra la mayor expansión desde el tercer trimestre del año pasado.

Según el Departamento, la mejoría en el segundo trimestre se debe a una mezcla de repunte de las exportaciones, una aceleración del gasto de los hogares y una desaceleración de las importaciones, que integran el cálculo del PIB.

El gasto del consumidor –que responde por más de dos tercios de la actividad económica y es el motor del crecimiento en Estados Unidos– creció a un ritmo de 2.9 por ciento frente a 1.8 por ciento en el primer trimestre. Las compras de bienes duraderos como vehículos o mobiliario tuvieron un repunte de 7.3 por ciento, según datos oficiales.

Tras caer por la apreciación del dólar, las exportaciones registraron un incremento de 5.3 por ciento entre abril y junio, después de haberse desplomado 6 por ciento en el trimestre anterior. La mejora incluyó los bienes cuyas ventas al exterior subieron 6.8 por ciento en el segundo trimestre tras derrumbarse 11.7 por ciento en los tres meses anteriores. Al tiempo, las importaciones se desaceleraron fuertemente, al aumentar sólo 3.5 por ciento en el periodo estudiado, menos de la mitad que en el primer trimestre del año.

Pero el horizonte no está del todo despejado. Las inversiones de las empresas crecieron sólo 0.3 por ciento, frente al alza de 8.6 por ciento en el primer trimestre. Afectado por la caída de los precios del petróleo, el sector de las industrias de extracción recortó en más de 68 por ciento sus inversiones en el segundo trimestre después de haberlo hecho ya en los tres meses anteriores 44.5 por ciento, según el Departamento de Comercio.

La mejora del crecimiento estadunidense sin duda alimentará el debate sobre cuándo normalizará la Reserva Federal su política monetaria. La evaluación el banco central estadunidense el miércoles dejó la puerta abierta a una posible alza de las tasas de interés en septiembre, que sería la primera desde 2006. Desde fines de 2008 la Reserva Federal mantiene sus tasas directrices cercanas a cero para sostener la actividad, pero ha manifestado que las subirá cuando esté satisfecha con el estado de salud de la economía. Tras darse a conocer el dato del PIB el dólar amplió su apreciación frente a una cesta de monedas, mientras los precios de los bonos del Tesoro de Estados Unidos cayeron levemente.