La Cruzada Nacional contra el Hambre, así como todos los programas federales de vivienda y mejoramiento de ésta, entrarán a la ciudad de México, afirmó José Ramón Amieva Gálvez, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) del Distrito Federal, quien remarcó que se está hablando de apoyos y las personas no deben distinguir si son de los gobiernos delegacionales, de la ciudad de México o federales.

Al preguntarle si a diferencia de su antecesora, durante su gestión al frente de la Sedeso entraría la Cruzada Nacional contra el Hambre a las delegaciones que lo requieran, el secretario respondió que ya se reunió con el delegado de la Secretaría de Desarrollo Social federal (Sedesol) en la ciudad de México, Sixto Hoyos Zamora, así como con representantes de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y del Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo).

La idea es que por conducto de la Sedeso se apliquen los programas alimentario, de vivienda y de mejoramiento de ésta; que todos los programas estén dirigidos a los ciudadanos del Distrito Federal, detalló.

A finales de mayo de 2013, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, se reunió en sus oficinas del Antiguo Palacio del Ayuntamiento con la titular de la Sedesol, Rosario Robles, al término de la cual aseguró que la Cruzada Nacional contra el Hambre no se aplicaría en la ciudad de México en tanto no se establecieran mesas técnicas para verificar que no hubiera duplicidad de programas sociales.

Ayer, luego de entregar tarjetas de la pensión alimentaria en Chapultepec, Amieva Gálvez detalló que la intención es que sí entren todos los programas federales, locales y delegacionales y que se encaminen en un mismo eje rector.

Sobre el presupuesto de su secretaría para 2016, el funcionario calculó que el incremento a éste podría ser de 15 por ciento.

Con base en las proyecciones de crecimiento que se tienen, Amieva Gálvez agregó que se estima que en lo que resta del año 49 mil personas cumplirán 68 años de edad, lo que implicará que el padrón de la pensión alimentaria rebase el medio millón.