Hace dos décadas llegó a 23 de oro, por 22 de esta edición
No cumplió pronósticos de alcanzar el quinto lugar en el medallero
Lunes 27 de julio de 2015, p. 5
México fue relegado al sexto lugar y se quedó a una medalla de oro en Toronto 2015 para igualar las 23 que se ganaron en Mar del Plata 1995, con un global de 80, la mejor cosecha en justas continentales sin ser sede.
En Canadá, la delegación nacional tuvo un acumulado de 95 metales (22 doradas, 30 de plata y 43 de bronce), pero con la diferencia de que en la cita de Argentina hubo frontón –que aportó seis títulos–, disciplina que dejaron fuera en esta ocasión y era el soporte en Juegos Panamericanos; además, atletismo y taekwondo dieron igual número de primeros lugares.
Dos ediciones diferentes y distintas aristas después de 20 años que deben analizar minuciosamente las autoridades del deporte.
No son los mismos atletas como tampoco la inversión económica que se dio con apoyos directos de empresarios por conducto de Proexcelencia del Deporte, sin intermediación de las federaciones, que más tarde desapareció.
En su lugar surgió el fideicomiso Compromiso Integral de México con sus Atletas (CIMA) y comenzaron los problemas en la distribución de recursos.
En la ciudad canadiense no se dieron los resultados esperados. Mucho antes de irse a la justa, el titular del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla Becerra, anunció una estimación de 23 a 24 oros para mantener el quinto sitio general.
Su homólogo de la Conade, Alfredo Castillo, rehusó hacer pronósticos; sin embargo, estando en Toronto y a cinco días de la conclusión de los juegos comenzó a enaltecer el total de medallas –haciendo referencia a lo logrado en Argentina hace dos décadas– como la mejor actuación en la historia en el extranjero
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En Guadalajara 2011 se tuvo el mejor registro, con 42 de oro, 41 de plata y 50 bronces, para un total de 133 metales, que dieron a los anfitriones el cuarto lugar general, por encima de Canadá y Colombia, mientras Estados Unidos, Cuba y Brasil ocuparon los tres primeros puestos.
Este año la situación cambió con el repunte de los anfitriones –como es normal cuando se tiene la sede–, que acortaron distancia con el eterno campeón Estados Unidos, así como la lucha por el podio que ganaron los brasileños a los cubanos, además del ascenso colombiano, que ya le venía pisando los talones a los mexicanos en ediciones anteriores.
Reinado de las dos Paolas
Una vez más el deporte se vio encumbrado por las mujeres con dos Paolas que se cubrieron de gloria: la raquetbolista Longoria comenzó a tejer su leyenda al mantener el tricampeonato (seis oros en su haber) y la clavadista Espinoza se despidió como la mejor de América, con 13 podios en citas continentales, con los tres metales (dos áureas y un bronce) que consiguió en Toronto.
También hubo medallas que dieron alegría y nadie esperaba: en el volibol varonil de playa con el campeonato de Rodolfo Ontiveros y Juan Virgen, así como el de la marchista María Guadalupe González, la fondista Brenda Flores y la tiradora Zumaya Goretti.
El deporte femenino contribuyó con ocho doradas, 19 platas y 20 bronces (47), mientras los varones aportaron 14 títulos, 12 segundos lugares y 22 terceros sitios (48) en las 36 disciplinas que estuvieron en lid.
La cita canadiense marcó el adiós de otros deportistas en estos certámenes y el resurgimiento de una generación ávida de ser atendida para los siguientes compromisos internacionales, sin represalias, amenazas ni favoritismo entre autoridades, federativos y atletas, como se evidenció en la edición 17 de Toronto.