Integrantes del Observatorio Regional Ciudadano de Desarrollo Sustentable y otras organizaciones de la sociedad civil señalaron que la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) atraerá a 6 millones de personas que habitan en el oriente del país y que además hay opacidad en la información de los 21 paquetes de obras que se licitarán, que de acuerdo con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tienen un valor estimado de 95 mil millones de pesos.

No se ha cumplido con el principio de máxima publicidad, ni de transparencia en adquisiciones y contrataciones públicas. ¿Cómo podemos entonces tener garantías de que este proyecto fue el más adecuado y competitivo? En cuanto información disponible al público, la mismas bases de licitaciones no están disponibles.

En conferencia de prensa lamentaron que al gobierno federal no le importó la advertencia de algunos especialistas de la UNAM, UAM y la Autónoma Chapingo: que los suelos no son los más aptos para dicha construcción, ya que se hunden de 20 a 30 centímetros por año.

Prácticamente la afectación es de carácter regional. Por lo menos de Texcoco hacia donde se está construyendo el aeropuerto hay 10 municipios que resultaran afectados, entre ellos Chautla, Atenco, Chiconcuac, Tezoyuca, Papalotla, Tepetlaoztoc, así como varias localidades de Ecatepec y Ciudad Nezahualcóyotl, por mencionar algunos, manifestó José Luis Rico Robert, del Foro de Desarrollo Ciudadano Sustentable.

“El riesgo es que este megaproyecto va a jalar una enorme población flotante alrededor del nuevo aeropuerto, vemos que puede crecer hasta en 6 millones de habitantes más. Hoy nos dicen que el proyecto es sustentable, pero sólo hablan de la construcción, porque no hay información que nos diga cómo se tiene pensado limitar el crecimiento regional o resolver el problema de agua en los municipios aledaños.”

Acompañado por Daniel Cervantes y Ricardo Jiménez, del observatorio, así como Fernanda Hopenhaym, subdirectora de la organización Poder, señalaron que el futuro de esa región debe ser otro, más acorde a la vocación natural e histórica.

Una inversión de este tipo en una zona de la megalópolis sólo traerá más desigualdad regional, política y económica concentrando una gran inversión en la zona centro del país.

Al respecto hicieron un llamado a las autoridades a fin de promover un plan de desarrollo regional sustentable que de prioridad al cuidado del medio ambiente y promueva el establecimiento de espacios educativos, culturales y de investigación de alto nivel.