Martes 21 de julio de 2015, p. 7
La Habana. Una pequeña nota diplomática de unas cuantas líneas, emitida por la ahora sí embajada de Estados Unidos en Cuba, consignó ayer un hecho que fue histórico, pero que aquí pasó sin pena ni gloria.
“La Sección de Intereses se convirtió en la Embajada de Estados Unidos en La Habana, y continuará sus funciones diplomáticas desde su local en el Malecón, bajo el liderazgo del encargado de negocios ad interim Jeffrey DeLaurentis”, señaló el boletín de la legación distribuido a los medios de prensa.
La rutina frente a lo que a partir de hoy ya es formalmente la embajada de Estados Unidos en Cuba no varió un ápice. Poco movimiento en las rejas negras que custodian el edificio de seis pisos sobre el Malecón habanero, ningún preparativo especial, ni siquiera el mínimo esfuerzo por recoger el escombro que se aprecia en la parte trasera del inmueble. Incluso el mástil, donde no se izó la bandera estadunidense, permaneció con un aire de abandono, medio oxidado, sin insignia alguna.
Lo único digno de consignarse fue que al menos en Washington ya se fijó fecha para la visita del secretario de Estado, John Kerry, a quien se espera aquí para el 14 de agosto. Entonces sí habrá ceremonia, himno y banderas.
Hoy quienes marcaron la fecha fueron los espontáneos. Desde temprano llegaron a agitar banderitas de las franjas y las estrellas algunos habaneros. Uno de ellos se paseaba orondo entre los fotógrafos de prensa, que hicieron sus tomas obligadas, con una manta que rezaba: Welcome USA
. Una chica con ciudadanía estadunidense quiso ser la primera en registrarse ante su embajada y entró y salió orgullosa, ante las miradas de todos, enarbolando su bandera, por supuesto.
Por el Malecón los operadores turísticos ofrecieron ayer a sus clientes un pequeño plus, al detener los autobuses donde hacen sus recorridos por la ciudad en la acera.
En bandadas, viajeros de Canadá, Italia o Francia tuvieron la oportunidad de sacarse un par de fotos frente al escenario donde hoy cambió la historia y sin embargo no pasó nada.