Esos hogares gastan 500 mil mdd al año en productos y servicios, evalúa el BID
oportunidad de negocios
Ese mercado al alza
alcanzará 759 mil mdd, o 10% de la economía regional, señala
En México el valor de ese mercado subió 22% en 2000-2010; en Brasil aumentó 24%
Lunes 20 de julio de 2015, p. 22
Los pobres de América Latina y el Caribe, que representan 45 por ciento de la población regional, o más de 272 millones de personas, presentan una oportunidad de negocio
para todo tipo de empresas, pequeñas o transnacionales, ya que los hogares de menores recursos llegan a gastar en conjunto 500 mil millones de dólares por año en productos y servicios.
Es un mercado al alza
, que puede alcanzar 759 mil millones de dólares, lo que representa 10 por ciento de la economía regional, asegura el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en un informe publicado este mes. Denomina a esa población la base de la pirámide
y la divide en dos subgrupos: los más pobres, que ganan menos de 4 dólares diarios, y los vulnerables, con ingresos que oscilan entre 4 y 10 dólares por día.
En México el valor del mercado de los pobres se incrementó 22 por ciento en la primera década de este siglo, al pasar de 139 mil millones de dólares en 2000 a 170 mil millones de dólares para 2010. Esta última cantidad equivale a la tercera parte del mercado regional de la base de la pirámide y sólo fue superada por el mercado de Brasil, el cual tuvo un incremento de 24 por ciento en el mismo periodo, al pasar de 207 mil millones a 254 mil millones de dólares.
El aumento de dicho mercado en México obedece a que la base de la pirámide se incrementó 10 por ciento en la última década, al pasar de 82 millones en 2000 a 90 millones en 2010, aunque sus componentes muestran comportamientos diferenciados. El subgrupo de los mexicanos más pobres se redujo 9 por ciento, pues varió de 44 a 40 millones, pero el subgrupo de los pobres vulnerables se disparó 32 por ciento, pues creció de 38 millones hasta 50 millones de personas.
Si bien el informe analiza la transformación que en este siglo ha tenido la población latinoamericana y caribeña de menores recursos, también evalúa y pondera los negocios rentables
que pueden realizarse con ella, y que el BID financia desde hace diez años a través de empresas de diversos sectores que van desde servicios de salud y educación hasta comercio y telecomunicaciones.
Si bien reconoce que los pobres de la región gastan 27.5 por ciento de sus ingresos en promedio en la compra de alimentos, destaca que el resto (72.5 por ciento) lo destinan a una variedad de necesidades y deseos que van desde la vivienda y el transporte hasta el entretenimiento y la educación
. Para los padres la educación y salud de sus hijos es una prioridad particular y por eso invierten sus ahorros en tales requerimientos, usando servicios privados aunque se los proporcionen sus gobiernos.
Los pobres latinoamericanos y caribeños no son un grupo social monolítico ni estático que carece de poder de compra, ya que 75 por ciento habitan en zonas urbanas y cuentan con servicios públicos y mejores oportunidades de educación, además de que se ha incrementado el número de familias que se han graduado
como clase media en cuanto mejoran sus niveles de ingresos y escolaridad, señala el BID.
Así que el mercado de la base de la pirámide resulta doblemente atractivo, porque aumenta en tamaño y poder adquisitivo, pero también porque una parte emigra a la clase media
. Sin embargo, ha sido un mercado desatendido, del cual ahora inversionistas y empresas exigen más datos, lo mismo que gobiernos y la academia.
El BID justifica que las empresas realizan también una labor social al hacer negocios con los pobres. La región ofrece un lugar único para el desarrollo social, nuevos clientes e innovación. Las empresas pueden beneficiarse mientras hacen una diferencia en la vida de las personas
, indica.