Guadalajara, Jal.

Unos 200 indígenas huicholes (wixaritari) tomaron posesión este fin de semana de un predio de más de mil hectáreas en las inmediaciones de la comunidad Ocota de la Sierra, en los límites entre los municipios de La Yesca, Nayarit, y Mezquitic, Jalisco, ante la falta de resultados para la restitución de sus territorios invadidos por Ramón Muro, un supuesto ganadero de la región.

Los indígenas ya han ganado juicios agrarios sobre este predio pero ante la nula acción de las autoridades de ambos estados y del gobierno federal para hacer valer el mandato judicial, fue de nuevo invadido meses atrás por Muro.

Les notificamos que tiene 72 horas para llevarse todas sus pertenencias. El lunes vamos a destruir lo que no se lleve, tiene varias viviendas, ganado y postería para cercar, dijo Ubaldo Valdez, secretario de bienes comunales de Tuxpan de Bolaños, quien participa en la recuperación del territorio invadido.

A partir del lunes próximo, los comuneros iniciarán la construcción de viviendas porque se pretende formar un asentamiento de la comunidad para evitar el regreso de Muro u otros invasores que se han ensañado, ocupando tierra que para nosotros es sagrada.

Ya pasó un año desde que hicimos una marcha en Guadalajara para pedir que el gobierno interviniera y sólo nos dieron largas, nada ha pasado. Por eso decidimos que si no tomamos posesión de lo que nos pertenece y seguimos con miedo, entonces nada sucedería, recordó.

Valdez dijo que esta es la primera acción que realizan, luego recuperarán otras 10 mil hectá-reas invadidas por ganaderos de la población nayarita de Huajimic, litigio que aunque se ha ido ganando en tribunales tampoco ha servido para que les restituyan su territorio, pese a varias mesas de trabajo con los gobiernos estatales y federal que durante el año reciente han realizado, agregó el líder wixárika.

En agosto de 2014 unos 600 indígenas recorrieron el centro de Guadalajara y luego se plantaron a las afueras de la Secretaría de Desarrollo Rural y de la Procuraduría Agraria, logrando que hicieran efectivas, al menos en papel, resoluciones para la devolución de 2 mil 483 de las 10 mil hectáreas reclamadas.

Desde entonces los indígenas, que además buscan una devolución pacífica y sin venganzas de los actuales posesionarios de su tierra, han tenido al menos 12 reuniones con autoridades de Jalisco, Nayarit y delegados de dependencias federales que no han podido restituir a sus legítimos dueños una sola hectárea.