Alas y Raíces, de Conaculta, y Park Circus arman el ciclo Clásicos infantiles en pantalla grande
Hasta diciembre se podrán disfrutar cintas como Pinocho, La Cenicienta y Dumbo
Presentará cada fin de semana dos filmes, los sábados en versión subtitulada y los domingos dobladas al español
Sábado 18 de julio de 2015, p. 8
Hay un cine para niños que redefinió la historia de la animación. Con la creación de personajes e historias entrañables, memorables secuencias musicales y una estética revolucionaria, desde la aparición de Blancanieves y los siete enanos, en 1937, cada largometraje animado de los Estudios Disney marcó a generaciones. Hoy continúa deleitando a espectadores de todas las edades.
La Cineteca Nacional, en su afán por acercar al público a los clásicos de la cinematografía mundial, presenta esta vez una selección de obras pensando en el público infantil, titulada Clásicos infantiles en pantalla grande, la cual está integrada por algunas de las obras más importantes de los Estudios Disney.
El ciclo es fruto de un convenio con el programa Alas y Raíces del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y con la distribuidora internacional Park Circus. Se inicia hoy y finaliza el 26 de diciembre, y presentará cada fin de semana dos películas distintas, los sábados en su versión subtitulada y los domingos dobladas al español.
Marionetas, princesas, gatos aristócratas y ratones rescatistas
Para comenzar el ciclo se presenta el segundo largometraje producido por el propio Walt Disney: Pinocho (Pinocchio, Estados Unidos, 1940), adaptación de la novela infantil del italiano Carlo Collodi (1883), que cuenta la historia de una marioneta de madera que despierta a la vida por la magia de un hada. El muñeco buscará convertirse en un niño de verdad mientras prueba ser valiente, digno de confianza y compartido.
Sigue Dumbo (Estados Unidos, 1941), que ilustra cómo todos tienen un propósito en la vida, incluso aquellos que son diferentes. Esto por medio de la historia de un pequeño elefante marginado por el gran tamaño de su orejas. Con ayuda de su amigo, el ratón Timoteo, Dumbo deberá encontrar su talento en el circo en el que vive con su madre.
La novela Bambi, una vida en el bosque, escrita por Felix Salten en 1923, es la inspiración detrás de Bambi (Estados Unidos, 1942), cinta realizada por los Estudios Disney como medio para olvidar los tiempos aciagos que atravesaba el país en plena guerra.
También se incluye La Cenicienta (Cinderella, Estados Unidos, 1950), cinta galardonada por el Festival Internacional de Cine de Venecia y la Berlinale en 1951. Este filme gira en torno a una joven que queda huérfana y a merced de la mezquindad de su madrastra y hermanastras, pero que, gracias a la ayuda de un hada madrina, logra dar un giro a su destino.
Adaptación de las célebres obras de Lewis Carrol (1865 y 1871), Alicia en el país de las maravillas (Alice in Wonderland, Estados Unidos, 1951) cuenta las aventuras de la soñadora Alicia, una niña que se topa con un conejo blanco muy apurado. Cuando ella lo sigue hacia el interior de un árbol, emprende un viaje fantástico al ser trasladada por arte de magia al mundo fantástico del País de las maravillas.
Peter Pan (Estados Unidos, 1953) es la versión cinematográfica de la obra teatral Peter Pan y Wendy (1904), de J.M. Barrie, relato sobre Wendy y sus hermanos, y cómo son convencidos de viajar al mágico mundo de Nunca Jamás por el héroe de sus historias, Peter Pan.
En La dama y el vagabundo (Lady and the Tramp, Estados Unidos, 1953) la relación entre una linda cocker spaniel y un perro callejero es el centro de uno de los romances más emblemáticos del cine de animación, el cual cuenta las aventuras de estos dos perros que quieren estar juntos a pesar de sus orígenes distintos.
La bella durmiente (The Sleeping Beauty, Estados Unidos, 1959) es sobre la princesa Aurora, una bella joven que crece en el bosque al cuidado de tres hadas madrinas sin saber que la persigue la maldición de la bruja Maléfica. Al cumplir 16 años, Aurora debe regresar a su reino aunque la acecha de cerca la terrible maldición.
Poco antes de morir, Walt Disney produjo El libro de la selva (The Jungle Book, Estados Unidos, 1967), adaptación de la colección de relatos escritos por Rudyard Kipling en 1894. Se trata de la historia de Mowgli, niño criado en la selva por una manada de lobos. Cuando vuelve a la selva el feroz tigre Shere Khan para matar a Mowgli, la pantera Bagheera se encarga de llevar al niño al resguardo de una aldea.
Los aristogatos (The Aristocats, Estados Unidos, 1970), primera producción del estudio tras la muerte de Walt Disney en 1966, se ubica en el París de 1910, donde una dama acaudalada lega su fortuna a su gatita Duquesa y sus tres gatitos, pero su mayordomo se siente traicionado y decide deshacerse de ellos.
Por su gran éxito en taquilla, Bernardo y Bianca (The Rescuers, Estados Unidos, 1977) fue la primera cinta de Disney en tener una secuela. Basada en las obras The Rescuers (1959) y Miss Bianca (1962) de la escritora británica Margery Sharp, cuenta la aventura de dos ratones de una sociedad de rescate que buscan a Penny, pequeña niña secuestrada por unos perversos cazadores de tesoros.
La última cinta en la que participaron los animadores originales de Estudios Disney, El zorro y el sabueso (The Fox and the Hound, Estados Unidos, 1981) cuenta la vida de un zorro rojo y un perro de casa, dos amigos que desde pequeños deben luchar contra sus circunstancias y la incompatibilidad de sus especies por hacer prevalecer su amistad.
Para mayor información sobre el ciclo Clásicos infantiles en pantalla grande puede consultar la página www.cinetecanacional.net.